Un buque con casi tres mil vacas regresa sin poder desembarcar y hay riesgo extremo para el ganado

El regreso del carguero Spiridon II hacia Uruguay abrió un escenario de enorme preocupación por el estado del ganado, ya que casi tres mil vacas viajan sin garantías sanitarias ni alimento suficiente, según advierten organizaciones de bienestar animal. El barco había llegado a Turquía a fines de octubre, pero nunca obtuvo autorización para el desembarco.

El buque, de bandera togolesa y construido hace cinco décadas, había partido el 19 de septiembre desde Montevideo con 2.901 animales destinados a granjas de engorde en Medio Oriente. La embarcación quedó inmóvil durante 25 días frente al puerto de Bandirma porque Turquía objetó la documentación sanitaria de parte del cargamento, lo que impidió cualquier operación de descarga.

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Mientras Uruguay atribuía el conflicto a un desacuerdo entre la empresa exportadora y la importadora, las autoridades turcas afirmaban que 469 vacas no tenían la certificación exigida, 146 tenían microchips ilegibles y 58 habían muerto durante la travesía, según la sentencia judicial emitida en ese país. El estancamiento convirtió al barco, en palabras de medios locales, en una tumba flotante.

La reunión virtual mantenida entre ambos gobiernos el viernes no consiguió destrabar la situación. Ante la falta de acuerdo, el Spiridon II recibió la orden de abandonar la zona y emprendió el viaje de regreso por el Mediterráneo, con un trayecto incierto y un escenario que especialistas describen como crítico.

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Los informes de las ONG dedicadas al bienestar animal alertan que no hay alimento suficiente para sostener el retorno completo a Uruguay, lo que coloca al ganado en un riesgo extremo. “Es muy difícil que los animales lleguen con vida”, advirtió María Boada Saña, integrante de una de las organizaciones que monitorea el caso. El pronóstico incluye incluso la posibilidad de que animales muertos sean arrojados al mar, una práctica denunciada históricamente en traslados fallidos de este tipo.

El cuadro sanitario del carguero se agravó con el nacimiento de aproximadamente 140 terneros mientras el buque estuvo anclado cerca de Bandirma. Todas las vacas preñadas parieron a bordo y muchos de los recién nacidos murieron por las condiciones insalubres, según confirmaron fuentes vinculadas a la exportación. La mitad del ganado del Spiridon II estaría conformada por novillas preñadas.

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El historial del barco aumenta la preocupación: entre 2021 y 2024 se detectaron 84 deficiencias en inspecciones internacionales, y la embarcación fue detenida en varias oportunidades, además de haber perdido la autorización para transportar animales dentro de Europa desde mediados de 2024. Los registros del Memorando de París lo clasifican como un buque de “alto riesgo”, tanto para la tripulación como para el transporte de animales vivos.

Con el carguero avanzando hacia el Atlántico y sin un acuerdo bilateral que permita reubicar el ganado en otro destino, el panorama se vuelve cada vez más incierto en términos sanitarios, logísticos y económicos, mientras Uruguay sigue de cerca el recorrido y evalúa alternativas ante un eventual arribo en condiciones críticas.