

La causa por la desaparición y presunto homicidio de Eber “Chucky” Estremador volvió a moverse con fuerza. A casi dos años del hecho, los investigadores hallaron el VW Gol negro en el que lo cargaron inconsciente antes de llevarlo a un destino que todavía es un misterio. El auto era una de las piezas más buscadas del expediente y su aparición abre un nuevo capítulo en un caso marcado por la violencia y el silencio.


La jueza Patricia Reyes resolvió extender por tres meses la prisión preventiva de Gustavo Carreño y Sebastián Draye, los dos imputados. Durante la audiencia, las defensas reclamaron salidas laborales, pero la magistrada lo rechazó de plano. Consideró que el hallazgo del vehículo refuerza los riesgos procesales y que la investigación transcurre una etapa clave.
El VW Gol negro, según confirmó la fiscalía, tiene todas las numeraciones coincidentes con las que figuraban en la causa. Incluso una llave secuestrada meses atrás permitió abrirlo sin necesidad de forzar nada. Los peritos trabajarán ahora sobre huellas, restos orgánicos, fibras y rastros que puedan haber sobrevivido al paso del tiempo.
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El avance judicial ocurre mientras la causa mantiene la calificación de “compleja”, lo que permite a los fiscales ampliar los plazos y profundizar cada línea de investigación. En este marco, la fiscalía anticipó que está cerca de presentar la acusación formal, un paso decisivo para llevar el caso a juicio.
Estremador, de 30 años, desapareció el 24 de octubre de 2023. La última secuencia que lo muestra con vida fue registrada por una cámara del barrio 630 Viviendas: dos hombres lo golpean, lo dejan inconsciente y lo suben al Gol. Esa escena se convirtió en el eje narrativo de la causa y en el punto de partida de todas las hipótesis.
El crimen, según sostiene la fiscalía, habría sido una represalia por el robo de una moto ocurrido dos días antes, el 22 de octubre. Ese vehículo pertenecía a uno de los imputados. La coincidencia no es menor: los mismos Carreño y Draye que denunciaron el robo hoy están acusados de haberlo asesinado.
A pesar de los avances, el cuerpo de Estremador nunca apareció. Esa ausencia mantiene en pie varias hipótesis: desde un ocultamiento deliberado hasta un traslado fuera de la ciudad. Lo cierto es que el hallazgo del auto abre la posibilidad de detectar elementos que permitan reconstruir sus últimas horas con mayor precisión.
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Vecinos del barrio recuerdan aún la conmoción que generó el caso. La agresión captada por la cámara y la desaparición posterior marcaron un antes y un después en la zona. El miedo inicial dio paso a un reclamo persistente de justicia que hoy vuelve a tomar impulso con esta nueva evidencia.
La familia de Estremador sigue esperando respuestas. Cada paso que da la causa se vive con expectativa y angustia. Para ellos, el Gol recuperado es mucho más que un indicio: es la demostración de que la verdad todavía puede aparecer, aun cuando hayan pasado meses sin avances visibles.
En la Fiscalía sostienen que el caso está cerca de un punto de inflexión. Los peritajes sobre el auto, sumados a los videos, los testimonios y la reconstrucción del conflicto previo, podrían encaminar el expediente hacia un cierre formal y un juicio que la comunidad de Puerto Madryn espera hace tiempo.
Mientras tanto, Carreño y Draye seguirán detenidos. La jueza Reyes entendió que la gravedad del hecho, el riesgo de fuga y la posibilidad de entorpecer la investigación justifican mantenerlos bajo prisión preventiva. Es una señal clara de que la causa avanza con una dirección definida.

















