
Siete de cada diez argentinos viven con estrés financiero y admiten que afecta su vida diaria
Actualidad22/11/2025
REDACCIÓN
El Estudio de Bienestar Financiero 2025 elaborado por Mercer dejó una radiografía contundente sobre el estado emocional de los trabajadores en Argentina, donde el 70% afirma atravesar estrés financiero que se cuela en su vida cotidiana. La consultora recopiló casi doscientas respuestas y obtuvo un panorama que combina inflación persistente, pérdida de ingresos y dificultades para planificar gastos.


Según el informe, el 61% reconoce que las preocupaciones económicas permanecen durante toda la jornada laboral, lo que marca una continuidad entre el trabajo y la tensión vinculada a la administración del dinero. El estudio también remarcó que un 14% se encuentra en un nivel más severo, con impacto directo en el sueño y en la calidad del descanso, algo que deriva en cansancio acumulado y una menor capacidad de concentración.
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Entre las situaciones que reflejan mayor fragilidad aparece el acceso a financiamiento inmediato. El 19% tuvo que pedir dinero para cubrir gastos esenciales en los últimos seis meses, una señal del deterioro del margen de maniobra personal. A esto se suma que el 22% declara no sentir control sobre su economía doméstica, lo que profundiza la sensación de incertidumbre.
El relevamiento mostró que la consulta a familiares y amigos se volvió un recurso frecuente para ordenar números. Entre el 44% y el 54% acude al entorno cercano para recibir orientación financiera, una práctica que evidencia la falta de herramientas formales para enfrentar escenarios complejos. La propia consultora señaló que la educación financiera ocupa un rol decisivo en la manera en que las personas organizan sus ingresos y proyectan objetivos.
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Las causas del estrés económico se presentan múltiples y atravesadas por el contexto. La inflación, los aumentos de precios y la pérdida de poder adquisitivo aparecen como los factores predominantes, aunque también sobresale la dificultad para planificar gastos. El 31% identifica la falta de conocimiento como el principal obstáculo para ordenar sus finanzas, por encima incluso de los imprevistos y de la ausencia de metas concretas.
Aun en este escenario, el estudio marcó que el 55% organiza su presupuesto mes a mes y que ocho de cada diez personas afirma mantener un hábito de ahorro, aunque muchas veces condicionado por situaciones cambiantes del mercado laboral y de la economía. Dolores Liendo, directora de Wealth para Argentina, Uruguay y Paraguay, sostuvo que “el bienestar financiero se vuelve una extensión natural del bienestar emocional”, y que las empresas deben acompañar esta dimensión para fortalecer sus equipos.
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El informe también expuso diferencias según género. Las mujeres muestran mayores niveles de preocupación económica que los hombres, un dato que la consultora considera fundamental al momento de diseñar políticas de bienestar que contemplen desigualdades estructurales. Este punto refleja la necesidad de incorporar una perspectiva más amplia para comprender el impacto emocional del manejo del dinero.
Una conclusión central del estudio apunta a la relación entre interés y acceso a herramientas. El 71% desea apoyo para tomar decisiones económicas personales, pero solo el 30% de las compañías ofrece programas de acompañamiento financiero. El contraste entre ambos valores evidencia un territorio pendiente para el mundo laboral y una oportunidad para mejorar la calidad de vida de los trabajadores.
Fuente: Ámbito Financiero

















