Maxi López pasó un fin de semana íntimo y lleno de risas con sus hijos en Cariló
Otros Temas23/11/2025
REDACCIÓN
Maxi López
Maxi López eligió Cariló para una escapada junto a sus tres hijos y dejó una serie de escenas que mostraron una conexión fresca, cómplice y cotidiana. El exdelantero viajó con Valentino, Benedicto y Constantino para aprovechar el fin de semana largo y acercarse a ellos en un clima sin presiones, lejos del ruido mediático.
La primera imagen que dominó las redes apareció en forma de video: los cuatro se frenaron frente a las vidrieras del centro comercial y armaron una coreografía espontánea que mezcló torpezas, risas y un ritmo inventado sobre la marcha. “Finde con los boyz”, escribió López, y sintetizó la energía de ese momento con una frase simple que los adolescentes celebraron.
Durante la estadía, el grupo movió su rutina por distintos rincones del balneario. Visitó el supermercado del centro, eligió provisiones y dejó otro registro familiar: Coki cargó agua, papas fritas y snacks mientras su padre lo fotografiaba con una sonrisa que decía mucho más que el posteo. La vibra del viaje giró en torno a esa mezcla de juego y cercanía entre padre e hijos.
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Entre playa, mar y caminatas por el bosque, López se mostró relajado, dispuesto a compartir cada instante. La escapada sirvió para reforzar un vínculo que, según él mismo admitió públicamente, siente con fuerza porque la distancia pesa y lo obliga a exprimir cada reencuentro. Los chicos respondieron con la misma energía, atentos a cada plan y listos para sumarse a cualquier ocurrencia.
El viaje coincidió con un momento especial para el exjugador, que ganó exposición fuera del fútbol gracias a su participación en MasterChef Celebrity. Ese programa lo acercó a una audiencia nueva y, sin proponérselo, abrió puertas laborales que hoy analiza con calma. Su presencia en el ciclo también disparó una escena cargada de emoción cuando los hijos entraron al estudio para sorprenderlo.
En esa gala, Valentino, Benedicto y Constantino respondieron con humor a las preguntas de Wanda Nara, que quiso saber si su padre cocinaba en serio. Hubo bromas, risas y un comentario del mayor que quedó flotando en el aire: “Nos prometió que si gana se queda más tiempo”. López se emocionó y la producción captó ese instante sin filtros.
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La sensibilidad volvió a escena cuando el exfutbolista presentó uno de sus platos ante el jurado. Al hablar de la distancia que lo separa de sus hijos y de su hija menor en Suiza, quebró la voz y no ocultó las lágrimas. “Te la pasás extrañando, allá y acá”, dijo, mientras el estudio acompañaba ese desahogo.
El viaje a Cariló ocurrió en medio de esa montaña rusa emocional. Daniela Christiansson, su esposa, permanece en Suiza junto a la pequeña Elle y espera un nuevo bebé con cesárea programada para fin de diciembre. López planea regresar a Europa para acompañarla, aunque todavía evalúa instalarse en Buenos Aires desde enero por las oportunidades laborales que surgieron en estos meses.
La escapada dejó un retrato simple y fuerte: un padre que busca sostener su presencia en dos países y que encuentra en cada reencuentro un impulso para seguir acomodando su vida familiar. Cariló funcionó como refugio, como pausa y como puente entre dos mundos que conviven bajo la misma necesidad de cercanía.
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