AGUA EMBOTELLADA VERSUS AGUA MINERAL: DILEMA ENTRE SALUD Y AMBIENTE

El debate sobre si es mejor beber agua embotellada o de la canilla ha estado presente durante mucho tiempo. Por un lado, el agua embotellada se ha vuelto muy popular en todo el mundo debido a su portabilidad y la percepción de que es más saludable y sabrosa que el agua del grifo. Por otro lado, la creciente conciencia sobre la contaminación plástica y los riesgos ambientales de la industria del agua embotellada ha llevado a muchas personas a reconsiderar su elección de agua potable.

Según un estudio reciente de la ONU, la mitad del dinero gastado en todo el mundo en la compra de agua embotellada sería suficiente para garantizar el acceso universal al agua potable. Además, dejar de consumir agua embotellada también reduciría efectivamente la contaminación plástica, ya que se estima que el 85% de las botellas terminan en vertederos de basura.

El informe también señala que las preferencias de los consumidores están influenciadas por ideas erróneas sobre la seguridad del agua de la canilla y el agua embotellada. Muchas personas consideran que el agua embotellada es la opción más saludable, pero el estudio demuestra que esto no siempre es así. Se han encontrado contaminantes en cientos de marcas de agua embotellada en más de 40 países, frecuentemente excediendo los estándares locales o globales.



Además, el informe advierte sobre la falta de regulación que rige la industria del agua embotellada, y destaca la "incapacidad de los gobiernos para seguir el ritmo de la expansión galopante de este sector". Esto ha traído riesgos como la extracción descontrolada de agua subterránea para el embotellado, lo que eventualmente podría conducir al agotamiento o escasez de agua subterránea.

Aunque el acceso al agua potable ha mejorado en todo el mundo, todavía hay mucho por hacer para garantizar que todas las personas tengan acceso a agua segura y confiable. Los autores del informe de la ONU sugieren que es importante invertir más en suministros públicos de agua en lugar de agua embotellada, y también piden una mayor transparencia y el establecimiento de medidas legales que exijan a las empresas divulgar públicamente los volúmenes de agua extraídos y evaluar las consecuencias de sus actividades en el medio ambiente.