Supervielle se suma al rojo del Galicia y apunta al Gobierno por el derrumbe del trimestre

La ronda de balances del sistema financiero volvió a mostrar números en caída. Tras el informe del Grupo Galicia, el Supervielle reportó un rojo de $50.274 millones en el tercer trimestre. El dato expone el impacto que dejaron las turbulencias previas a las elecciones y una política monetaria que, según la entidad, secó de pesos al mercado.

El presidente del grupo, Patricio Supervielle, fue directo. “Las tasas insosteniblemente altas y los encajes en niveles históricos redujeron la liquidez y presionaron los márgenes del sistema”, sostuvo en su presentación. La política contractiva para sostener el tipo de cambio cortó la demanda de crédito, encareció el fondeo y deterioró la calidad de los activos.

El contraste con períodos anteriores evidencia el giro. En el trimestre previo, el banco había cerrado con una ganancia de $14.416 millones; un año antes, el saldo era de $11.678 millones. Ahora, el resultado del tercer trimestre revirtió el acumulado anual y dejó al grupo con pérdidas por $26.940 millones entre enero y septiembre, frente a la ganancia neta de más de $118.000 millones registrada en igual lapso de 2024.

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La situación se repite en toda la industria. El aumento de los cargos por incobrabilidad, que en el caso del Supervielle crecieron 23,8% hasta los $11.194 millones, marca la tendencia. El endurecimiento monetario golpeó la actividad, achicó los ingresos familiares y empujó la mora. El índice de cartera irregular saltó de 0,8% a 3,9% en un año, con señales de deterioro tanto en préstamos a individuos como en el segmento comercial.

A pesar del panorama adverso, el banco identifica un punto de inflexión tras los comicios. Con tasas más bajas, menor presión sobre los encajes y una mejora en los bonos del Tesoro, la entidad ve un escenario más estable. En su carta a los accionistas, planteó que la liquidez mejora y que la confianza del consumidor empieza a recomponerse. Desde noviembre, la baja en el costo de fondeo ya deja ver un cambio en su desempeño.

El contraste del sector llega con el BBVA, que logró ganancias por $38.071 millones, aunque con una caída interanual del 70,9%. En los primeros nueve meses del año acumuló $192.924 millones, un resultado que también refleja el golpe que recibió el negocio financiero durante los meses más tensos del mercado.

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El informe del Galicia aporta otra señal del momento. El grupo informó pérdidas por $87.710 millones, arrastrado por el banco, que mostró un saldo negativo de $103.894 millones. El desarme de las LEFIs, el shock de liquidez, la suba de tasas y los gastos de integración del HSBC —que sumaron más de $105.000 millones— profundizaron el rojo.

Aun así, el mercado ya esperaba este escenario. Las acciones del Galicia avanzaron más de 6% en el Merval y cerca de 5% en Wall Street. Analistas como Ignacio Rosenfeld remarcan que “el alto costo de integración del HSBC no se repetirá y los cargos por incobrabilidad deberían estar tocando su techo”. La compresión de tasas y la suba de encajes afectaron a todos por igual, pero el sector empieza a ver una salida más ordenada.

Con balances que todavía muestran cicatrices, los bancos esperan que la etapa posterior a las elecciones marque el comienzo de un reacomodamiento más estable.