Una historia de fuerza: a los 12 años superó una enfermedad, dejó atrás el bullying y recibió el apoyo de Bizarrap

La historia de este pibe empezó en silencio, cuando su familia notó que algo no andaba bien y corrió a buscar ayuda médica. Entre estudios, salas de espera y días eternos, él se sostuvo como pudo, rodeado por su gente y con una entereza que sorprendió incluso a los profesionales.

Mientras seguía su tratamiento, apareció un problema que lo golpeó más fuerte que la enfermedad: el bullying en la escuela. Algunos compañeros lo cargaban por su aspecto y por las ausencias, y esa situación lo dejó aislado durante mucho tiempo.

La madre contó que su hijo volvía a casa triste, sin ganas de hablar, y que solo se refugiaba en la música. Ese fue su cable a tierra: auriculares, cuadernos llenos de rimas y una computadora vieja donde intentaba hacer sus primeras bases.

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Con el paso de los meses, su salud empezó a mejorar y él tomó una decisión que cambió todo: usar la música como escudo y como impulso. Pasó tardes enteras escribiendo letras donde contaba su historia sin vergüenza ni filtro.

Un día grabó un video casero rapeando en su habitación y lo subió a redes sin mucha expectativa. Lo compartieron algunos amigos, después algunos desconocidos y, en cuestión de horas, empezó a circular en grupos de freestyle.

La sorpresa llegó cuando su familia vio la notificación: Bizarrap había reaccionado al clip en vivo y dejó un mensaje que nadie esperaba. “Seguí metiéndole, que tenés una historia enorme y mucho para decir”, escribió el productor.

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Ese gesto le cambió el ánimo de inmediato. De un momento al otro, su música pasó de ser un refugio privado a una puerta abierta para contar lo que vivió y lo que quiere para su futuro.

Desde ese día, comenzó a recibir mensajes de apoyo de chicos en situaciones parecidas, lo que lo ayudó a sentirse acompañado después de tanta tormenta. Su mamá asegura que nunca lo vio tan motivado ni tan seguro de sí mismo.

Ahora sueña con grabar un tema completo y no descarta presentarse en alguna competencia local. Dice que el mensaje de Bizarrap no lo presiona, sino que lo impulsa, y que quiere mostrar que un pibe de 12 años también puede levantar la voz y transformar una historia dura en arte.