Río Negro llevó a Valcheta los datos del agua por el proyecto Ivana y abrió el debate

Valcheta volvió a quedar en el centro de la conversación minera en Río Negro. Esta vez, por una reunión pública donde organismos de control y funcionarios mostraron resultados del Monitoreo Participativo de Aguas (MPA) del proyecto Ivana. El Gobierno lo planteó como un gesto para ampliar la transparencia ambiental y sostener la participación ciudadana.

La actividad se realizó con una lógica de “puertas abiertas”. Llegaron vecinos, estudiantes y representantes de sectores que suelen quedar afuera de las mesas técnicas. La convocatoria reunió 38 participantes y mezcló organismos provinciales, municipios, instituciones educativas, organizaciones sociales, comunidades indígenas, productores y superficiarios.

En el inicio, la Secretaría de Minería marcó el tono de la jornada. Describió qué se monitorea, para qué se hace y bajo qué reglas se ordena el proceso. La presentación buscó correr el eje del rumor y apoyar la discusión en información pública.

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Luego apareció otro actor con peso institucional: la Defensoría del Pueblo. Explicó cómo acompaña la instancia y qué mira durante el recorrido. La Defensoría se ubicó como parte del esquema de fiscalización y seguimiento, según se informó en el encuentro.

El armado operativo también se mostró ante los presentes. El equipo de coordinación incluyó a la Secretaría de Minería, Ivana Minerales SA, la Defensoría del Pueblo, los municipios de Valcheta y Jacobacci, el Instituto Técnico Superior de Valcheta, INTA y referentes comunitarios. La mesa combinó Estado, empresa y actores locales para sostener un control con presencia territorial.

Después llegó el tramo técnico. Especialistas explicaron fundamentos, metodología y objetivos del monitoreo. En esa exposición se ubicó el marco general del proyecto. El proyecto Ivana apunta a identificar yacimientos de uranio y pone al recurso hídrico como punto sensible de seguimiento.

La lógica del MPA se apoyó en muestreos participativos. La explicación detalló puntos de toma, registros y criterios para comparar series. El monitoreo se pensó como un registro continuo, con participación local, para seguir el estado del agua durante distintas instancias del plan.

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Ivana Minerales SA tomó la palabra para mostrar avances y resultados. Presentó los datos de tres muestreos participativos ya realizados y adelantó medidas de seguimiento ambiental previstas. La empresa puso sus números sobre la mesa y prometió continuidad en el control, según se comunicó ante el auditorio.

El intercambio no quedó cerrado en las diapositivas. Tras las exposiciones se abrió un diálogo con vecinos, estudiantes y referentes locales. Hubo preguntas sobre aspectos ambientales, sobre el uso del agua en cada etapa y sobre oportunidades de empleo local. El encuentro dejó consultas directas y respuestas públicas, con el objetivo de respaldar la conversación con datos accesibles.

En varias intervenciones se notó el interés por lo cotidiano: cómo impacta una actividad de este tipo en la zona, qué cambia y qué no cambia, qué se puede verificar y quién lo verifica. La diversidad de miradas empujó una discusión más amplia y obligó a precisar términos.

La organización acompañó la jornada con material de divulgación para que la información no quede solo en el momento. Se repartieron folletos institucionales de la Secretaría, fichas técnicas simplificadas elaboradas por la empresa, infografías y paneles con mapas, puntos de muestreo y series de seguimiento. También se mostró una presentación digital con los principales resultados.

Los mapas y los puntos de muestreo funcionaron como ancla. Permitieron ubicar en el territorio lo que se discute en abstracto. La jornada apostó a que el debate no gire en slogans y se apoye en información verificable.

El cierre dejó un compromiso: sostener espacios permanentes de intercambio educativo y comunitario sobre monitoreo, gestión del recurso hídrico e información ambiental. La propuesta busca mantener el ida y vuelta con la comunidad y sostener el control público con diálogo continuo.

Desde el Gobierno insistieron con una idea que se repitió en la reunión: la participación social no se limita a escuchar, también puede observar, preguntar y seguir el hilo de los datos. La instancia en Valcheta se presentó como un paso para construir confianza a partir de información compartida, según los argumentos oficiales.