
Brasil desarticula dos redes de tráfico internacional con víctimas en Europa y Asia
Actualidad11/12/2025
REDACCIÓN
La Policía Federal de Brasil llevó adelante un operativo de alcance internacional que permitió desarticular dos estructuras criminales dedicadas al tráfico de mujeres hacia distintos países de Europa y Asia. La acción contó con apoyo de Europol e Interpol y aportó información clave para reconstruir rutas, vínculos y movimientos financieros utilizados por las organizaciones. Las primeras estimaciones señalaron que se identificaron víctimas en varios territorios y que la operatoria se sostenía mediante redes transnacionales de contacto y captación.


En la denominada Operación Rufiã, los agentes realizaron procedimientos en el Distrito Federal y en el estado de Goiás, donde se efectuaron detenciones y se dispuso el bloqueo de bienes valuados en 58 millones de reales, equivalentes a unos 10,7 millones de dólares. Entre las personas arrestadas se encontraba una mujer señalada como una de las líderes, acusada de articular envíos hacia países como Serbia, Jordania, Israel, Austria, Croacia, Emiratos Árabes Unidos y Montenegro. Las autoridades indicaron que las redes mantenían estructuras logísticas que permitían trasladar a las víctimas y ocultar los beneficios económicos generados de manera ilegal.
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De manera paralela, la PF desarrolló la Operación Alicia, en coordinación con la Policía Nacional de España y con apoyo de Interpol. El dispositivo apuntó a otro grupo dedicado al tráfico de mujeres hacia territorio español y derivó en procedimientos en São Paulo, Ubatuba y Río das Ostras. Allí se ordenó el bloqueo de bienes por 40 millones de reales, unos 7,4 millones de dólares, resultado de actividades vinculadas a la explotación sexual. Como parte de la causa, se confirmó el rescate de 33 mujeres, de las cuales 28 eran brasileñas, dato que surgió de una investigación realizada previamente por autoridades españolas.
El Ministerio de Justicia de Brasil aportó estadísticas que permiten dimensionar la magnitud del problema. Según los registros oficiales, durante 2024 el 68% de las víctimas brasileñas de tráfico internacional fueron explotadas en países asiáticos como Filipinas y Laos, principalmente en tareas forzadas para plataformas de apuestas. Otro 22% se registró en distintos países europeos, lo que muestra la dispersión territorial de este delito. Las cifras remarcan la complejidad de una actividad criminal que opera en múltiples jurisdicciones y que requiere cooperación sostenida entre agencias internacionales.
Fuente: NA.
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