
Detectaron restos viagra, paracetamol e ibuprofeno en el Río de la Plata y hay preocupación por su impacto
Actualidad15/12/2025
REDACCIÓN
Un relevamiento científico realizado por investigadores del CONICET y de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) confirmó la presencia de medicamentos de uso masivo en distintos afluentes del Río de la Plata, un fenómeno asociado al crecimiento urbano, la presión demográfica y las condiciones del saneamiento. El trabajo identificó compuestos como paracetamol, ibuprofeno y sildenafil, entre otros, en cursos de agua que atraviesan zonas rurales y áreas densamente pobladas del área metropolitana bonaerense.


El análisis se centró en los ríos Luján, Reconquista y Matanza-Riachuelo, además de los arroyos Del Gato, Maldonado y El Pescado, que recorren La Plata, Berisso y Ensenada, y el Espinillo, en el partido de Magdalena. Para el estudio, los equipos tomaron muestras en distintos tramos de cada cuenca, desde áreas agrícolas-ganaderas hasta sectores urbanos, lo que permitió comparar la evolución de la contaminación a lo largo del recorrido.
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Según detallaron las autoridades científicas, “se tomaron numerosas muestras de los ríos y arroyos mencionados a distintas alturas, es decir, desde las zonas agrícolas ganaderas hasta su inserción en urbanizaciones”. En ese recorrido se observó que a mayor densidad poblacional, mayor cantidad y concentración de fármacos presentes en el agua.
Los resultados mostraron una diferencia marcada entre contextos. En las zonas rurales se detectó un promedio de dos o tres medicamentos, mientras que en los tramos urbanos apareció casi la totalidad de los 16 fármacos buscados. Entre los más frecuentes se ubicó la carbamazepina, utilizada para el control de convulsiones, seguida por paracetamol, ibuprofeno y atenolol, empleado para tratar hipertensión y arritmias.
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La investigadora Daniela Pérez, becaria del CONICET en el Centro de Investigaciones del Medioambiente (CIM) y primera autora del estudio, explicó que se trata de “grupos terapéuticos bien diferentes”, lo que refleja la amplitud del consumo de medicamentos cuyos residuos terminan en el ambiente. En ese listado también apareció el sildenafil, más conocido como viagra, utilizado para tratar disfunciones eréctiles.
Pérez remarcó que la época del año y los hábitos sociales influyen de manera directa en los resultados. “El sildenafil tiene mucha mayor presencia en los meses de verano, lo cual se asocia a un aumento de la actividad sexual en esa época”, señaló. En contraste, durante el invierno se incrementa la detección de otros compuestos: “Las prescripciones de todos los medicamentos en general están incrementadas, algo que indica un alza en la ocurrencia de enfermedades, y que en el estudio se ve claramente con el caso del salbutamol”, vinculado a afecciones respiratorias típicas del clima frío.
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Por su parte, Pedro Carriquiriborde, investigador del CONICET en el CIM, explicó que los medicamentos llegan al ambiente principalmente por la excreción humana y animal y por la eliminación inadecuada de residuos. En ese sentido, manifestó preocupación por la magnitud de algunos registros: “Los residuos del paracetamol aquí son altísimos comparados con los niveles internacionales, lo cual indica una ingesta mucho mayor”.
El estudio también comparó cursos de agua en áreas urbanizadas con y sin plantas cloacales, y los resultados fueron contundentes. “Encontramos que los cursos de agua que reciben descargas de plantas de tratamiento poseen los mayores niveles de contaminación”, explicó Carriquiriborde, aunque aclaró que los valores siguen siendo elevados incluso donde no hay cloacas. “Esto revela que, por la relevancia de las descargas clandestinas, pozos ciegos, e incluso quizás a través de rellenos sanitarios incorrectamente impermeabilizados, los residuos podrían estar alcanzando las aguas subterráneas y de allí las superficiales”, advirtió.
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Al cierre del trabajo, Pérez dejó una reflexión sobre el impacto cotidiano de estas prácticas. “Se trata de comprender que lo que ingerimos y descartamos no termina su ciclo en el inodoro o el tacho de basura, sino que va a algún sitio, y por lo general es el agua o la tierra, y esto es algo que afecta al ambiente y por ende a todos los seres vivos”, expresó.
Fuente: NA.




















