

Estados Unidos desplegará cerca de 500 infantes de marina en la frontera con México, en el estado de Arizona. El contingente proviene de Camp Pendleton y se ubicará en la zona de Yuma, según informó el San Diego Tribune.


La misión asignada a los marines incluye tareas de apoyo logístico y operativo. El personal colaborará con el refuerzo de barreras físicas, la instalación de señalética y acciones de vigilancia y detección en sectores limítrofes.
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Las autoridades aclararon que los militares no podrán realizar detenciones, incautaciones ni registros. Las funciones de control migratorio siguen bajo responsabilidad de fuerzas civiles, mientras el Ejército actúa como respaldo técnico.
El despliegue se inscribe en una política aplicada con frecuencia durante el último tramo del mandato de Donald Trump. En particular, se concentra en áreas de Arizona declaradas como Área de Defensa Nacional.
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Ese estatus permite el uso de recursos del Departamento de Defensa, como drones, sensores, muros y patrullajes especializados. También habilita la retención de personas que ingresen de manera ilegal a zonas militares, para luego derivarlas a fuerzas federales.
El movimiento suma presión en una región sensible del mapa migratorio y refuerza la presencia militar en puntos estratégicos de la frontera sur estadounidense.


















