Bancos rechazan billeteras para sueldos y piden frenar el artículo 35

Los bancos públicos y privados expresaron este jueves su “enérgico rechazo” al Artículo 35 del proyecto de reforma laboral, que habilita el uso de billeteras virtuales para el pago de haberes. El planteo se expuso en el plenario de las comisiones de Trabajo y de Presupuesto del Senado, en un contexto donde el oficialismo ya corre la votación del paquete para el 10 de febrero. En el sector financiero sostienen que el cambio toca un punto sensible del sistema: la cuenta sueldo como base de fondeo y de servicios.

La posición la llevó ABAPPRA a través de su representante Marcelo Mazzón, que vinculó la medida con un riesgo sistémico. Según su exposición, el esquema podría provocar un nuevo “cisne negro” para la economía argentina, por el impacto potencial sobre la liquidez y el circuito de pagos. En el mismo sentido, la entidad planteó que el artículo “pone en riesgo la liquidez del sistema y el crédito productivo”, al mover fondos desde cuentas bancarias hacia plataformas que operan con otra lógica.

El argumento central de ABAPPRA se apoya en la asimetría regulatoria entre bancos y proveedores de servicios de pago. Mazzón sostuvo que los bancos cumplen exigencias del Banco Central que incluyen encajes, presentaciones financieras, normativas y estructura física, mientras que las billeteras no afrontan esas obligaciones en el mismo nivel. En ese punto, el reclamo se concentra en una idea simple: si distintos actores ofrecen un servicio similar, el marco regulatorio no debería dejar ventajas por menor supervisión.

En su intervención, Mazzón remarcó que el esquema bancario ofrece garantías que no se replican de forma equivalente en billeteras. “Las cuentas sueldo actuales son 100% gratuitas y seguras, respaldadas por seguros de depósito (SEDESA) y altos estándares internacionales (Basilea), niveles de confianza que los PSP (Proveedores de Servicios de Pago), también conocidos como ´billeteras digitales´, aún no poseen”, afirmó. Desde ABAPPRA, esa diferencia resulta decisiva cuando el tema es el cobro de salarios, por la exposición de millones de trabajadores.

OTRAS NOTICIAS

Las Grutas licitó el estacionamiento medido por tres temporadas

Los bancos también describen un efecto directo sobre el crédito, porque vinculan las cuentas sueldo con la capacidad de prestar. Para ABAPPRA, el ahorro que queda en esas cuentas funciona como insumo del sistema para financiar inversión y consumo. En esa línea, Mazzón expresó que cuando los pesos migran a billeteras, “derivan sus saldos a los fondos comunes de inversión (FCI), donde el encaje es del 100%, se elimina la capacidad de financiar a empresas y consumidores argentinos”. El planteo pone el foco en la disponibilidad efectiva de fondos para transformar depósitos en préstamos.

El texto que sostiene el reclamo también aporta un dato de escala que el sector mira con preocupación. Se menciona que hoy existen unas 10 millones de cuentas sueldo y que, con una nueva legislación, esos pagos podrían repartirse entre más de 60 bancos y 200 billeteras habilitadas por el Banco Central. En la lectura de ABAPPRA, esa fragmentación puede cambiar la dinámica de fondeo y presionar sobre el crédito, especialmente si el movimiento se acelera en un período corto.

Mazzón además advirtió sobre una hipótesis de estrés operativo, ligada a retiros masivos. “Si los usuarios de las billeteras digitales masivamente deciden usar su dinero físico al mismo tiempo, los FCI deberían desarmar sus posiciones rápidamente para transferir a las cuentas bancarias, lo que generaría un cuello de botella en el sistema de pagos, ya que todo el dinero sería digitalmente visible pero operativamente inexistente en la red de sucursales bancarias. Por lo que sería el primer corralito digital del mundo”, sostuvo. Con esa frase buscó instalar que el riesgo no se limita a una discusión de competencia, sino a una cuestión de estabilidad y logística financiera.

En el debate, los bancos también pusieron sobre la mesa el costo de sostener infraestructura en todo el país, algo que, según describen, no comparten las billeteras. ABAPPRA afirmó: “Si los depósitos no permanecen en el sistema bancario, será económicamente inviable garantizar la presencia de efectivo en las regiones del interior”. En ese marco, se mencionó que los bancos públicos realizan el “delivery del cash” para abastecer cajeros, con costos operativos que las plataformas digitales no asumen por no tener sucursales ni red propia de extracción.

OTRAS NOTICIAS

Detuvieron a un hombre en Trelew luego de dañar un auto y llevar un arma blanca

La discusión sumó también la postura de ADEBA, con un argumento que vuelve sobre la regulación prudencial. Su gerente general, Francisco Gismondi, planteó una diferencia de fondo entre bancos y fintech: “Para los bancos, los depósitos son pasivos privilegiados y están cubiertos por un sistema financiado por los propios bancos y, además, si un banco falla, los sueldos están protegidos de todas maneras. Las fintech no operan bajo ese marco. Eso es un dato, no una opinión”, afirmó. Y completó con una definición que resume el reclamo del sistema bancario: “Si dos actores hacen lo mismo, deberían tener la misma regulación. El arbitraje regulatorio nunca cierra bien: el menos regulado gana terreno en el corto plazo y los usuarios cargan los costos en el largo”.

Con ese cuadro, ABAPPRA pidió formalmente a los legisladores votar en contra del Artículo 35 y sostuvo que la transferencia de fondos desde bancos a billeteras ya existe sin trabas. En su posición, forzar el pago directo en plataformas digitales suma riesgos y resta capacidad de crédito, sin aportar un beneficio que hoy no se consiga por la vía de transferencias voluntarias. El tema queda abierto para febrero, con un debate que mezcla regulación, competencia y el corazón del sistema de pagos.