

TROLL: EL MAL QUE NOS AQUEJA EN LAS REDES SOCIALES
Decir que Internet nos ha cambiado la forma de relacionarnos no es noticia. La web 2.0 nos ha dado ...
Actualidad08/08/2016 Actualidad
Decir que Internet nos ha cambiado la forma de relacionarnos no es noticia. La web 2.0 nos ha dado más protagonismo a los usuarios. Muchos han sabido aprovechar este cambio, sobre todo las marcas y los medios de comunicación.
Tanto en internet como en las redes sociales existen reglas de convivencia. Algunos las respetan, pero son más los usuarios que no lo hacen y es allí donde entran los trolls. Estas criaturas cibernéticas que de tanto se está hablando por estos días y que no tienen las mínimas intenciones de respetar reglas o convivir en armonía.
Un troll es una persona que publica mensajes ofensivos en una comunidad en línea, como ser un foro, comentarios de blog, redes sociales, con la principal intención de molestar o provocar una respuesta emocional negativa en los usuarios y lectores. Al acto de atacar a alguien se lo conoce como trolling, o trolleo en español.
El concepto de “trolleo en Internet” surgió a principio de los 90, en Usenet, alt.folklore.urban (AFU), unos de los grupos de noticias más populares. En aquel momento era una forma de detectar a los novatos, los veteranos publicaban bromas
internas o hacían preguntas que solo los nuevos miembros podían responder.
WEB 2.0, EL TERRENO MÁS PERTINENTE PARA LOS TROLLS
Con el surgimiento de las redes sociales, donde la web evoluciona y se vuelve participativa (web 2.0) donde los sitios dejan de ser estáticos y el usuario se convierte en productor de contenido. En este internet mucho más fácil y accesible para todos, cualquier persona con básicos conocimientos puede sumarse a las distintas plataformas sociales y participar de cualquier comunidad.
En este contexto, los trolls tienen más terreno para actuar, muchas más comunidades. más ámbitos y millones de víctimas que ayudarán a sesear el deseo de todo troll: generar caos
El anonimato los desinhibe y les da una especie de libertad para cometer sus maliciosos juegos, eligiendo a la víctima de manera anticipada y convirtiéndola en su presa durante el tiempo que dure el efecto de su cruel pócima. Algunos lo hacen por diversión y otros con claros objetivos: destruir la reputación de marcas, empresas o personas.
POLÍTICA
Si hay un lugar donde abundan los trolls es en el ambiente político, sobre todo en tiempos de campaña. Por lo general se utilizan perfiles falsos y una misma persona puede manejar más de una cuenta ¿cómo? con herramientas de gestión.
Hay que separar la militancia digital de los ejércitos de trolls, son dos cosas diferentes. Una cosa es usar las redes sociales para difundir información y dar apoyo político, y otra muy distinta es crear perfiles falsos para difamar o ensuciar al opositor.
También encontramos a usuarios que, desde sus propias redes (perfiles reales) , sin pudor, ejercen algún tipo de hostigamiento digital, conocido con el nombre de flaming, personas que publican mensajes ofensivos en comunidad online que, a diferencia del trolling, los puede realizar cualquier persona, sin necesidad de ser un troll.
Flamer es la persona que publica mensajes ofensivos desde sus cuentas personales.
¿QUÉ SIENTEN LOS TROLLS? O MEJOR DICHO ¿SIENTEN?
Los trolls hacen esta actividad por placer, no sienten remordimiento alguno y tampoco deseos de cambiar su comportamiento.
No tienen interés en cumplir ninguna política de uso o regla de convivencia. Como la mayoría tienen más de un perfil, el bloqueo por parte de las víctimas no es un límite para dejar de actuar.
La mayoría de los expertos en medios digitales aconsejan ignorarlos y la verdad es que es la mejor opción, pero siempre hay que tener en cuenta que no responder no significa no actuar. Hay trolls que siembran dudas y pueden alterar una discusión o dañar el sentimiento de confianza en la comunidad.
Carolina Marín
Twitter: @carolinamarinok

Tanto en internet como en las redes sociales existen reglas de convivencia. Algunos las respetan, pero son más los usuarios que no lo hacen y es allí donde entran los trolls. Estas criaturas cibernéticas que de tanto se está hablando por estos días y que no tienen las mínimas intenciones de respetar reglas o convivir en armonía.
Un troll es una persona que publica mensajes ofensivos en una comunidad en línea, como ser un foro, comentarios de blog, redes sociales, con la principal intención de molestar o provocar una respuesta emocional negativa en los usuarios y lectores. Al acto de atacar a alguien se lo conoce como trolling, o trolleo en español.
El concepto de “trolleo en Internet” surgió a principio de los 90, en Usenet, alt.folklore.urban (AFU), unos de los grupos de noticias más populares. En aquel momento era una forma de detectar a los novatos, los veteranos publicaban bromas

WEB 2.0, EL TERRENO MÁS PERTINENTE PARA LOS TROLLS
Con el surgimiento de las redes sociales, donde la web evoluciona y se vuelve participativa (web 2.0) donde los sitios dejan de ser estáticos y el usuario se convierte en productor de contenido. En este internet mucho más fácil y accesible para todos, cualquier persona con básicos conocimientos puede sumarse a las distintas plataformas sociales y participar de cualquier comunidad.
En este contexto, los trolls tienen más terreno para actuar, muchas más comunidades. más ámbitos y millones de víctimas que ayudarán a sesear el deseo de todo troll: generar caos
El anonimato los desinhibe y les da una especie de libertad para cometer sus maliciosos juegos, eligiendo a la víctima de manera anticipada y convirtiéndola en su presa durante el tiempo que dure el efecto de su cruel pócima. Algunos lo hacen por diversión y otros con claros objetivos: destruir la reputación de marcas, empresas o personas.
POLÍTICA
Si hay un lugar donde abundan los trolls es en el ambiente político, sobre todo en tiempos de campaña. Por lo general se utilizan perfiles falsos y una misma persona puede manejar más de una cuenta ¿cómo? con herramientas de gestión.

Hay que separar la militancia digital de los ejércitos de trolls, son dos cosas diferentes. Una cosa es usar las redes sociales para difundir información y dar apoyo político, y otra muy distinta es crear perfiles falsos para difamar o ensuciar al opositor.
También encontramos a usuarios que, desde sus propias redes (perfiles reales) , sin pudor, ejercen algún tipo de hostigamiento digital, conocido con el nombre de flaming, personas que publican mensajes ofensivos en comunidad online que, a diferencia del trolling, los puede realizar cualquier persona, sin necesidad de ser un troll.
Flamer es la persona que publica mensajes ofensivos desde sus cuentas personales.
¿QUÉ SIENTEN LOS TROLLS? O MEJOR DICHO ¿SIENTEN?
Los trolls hacen esta actividad por placer, no sienten remordimiento alguno y tampoco deseos de cambiar su comportamiento.
No tienen interés en cumplir ninguna política de uso o regla de convivencia. Como la mayoría tienen más de un perfil, el bloqueo por parte de las víctimas no es un límite para dejar de actuar.
La mayoría de los expertos en medios digitales aconsejan ignorarlos y la verdad es que es la mejor opción, pero siempre hay que tener en cuenta que no responder no significa no actuar. Hay trolls que siembran dudas y pueden alterar una discusión o dañar el sentimiento de confianza en la comunidad.
Carolina Marín
Twitter: @carolinamarinok




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