Cómo nos apenó conocer la noticia del fallecimiento del querido Rubén Darío Vega, el hermano de Aldo, director de FM Bahía Engaño, la primera radio de Rawson. Una de las voces de Germinal de Rawson, que vive un presente de aquellos...

Tenía 63 años y la salud no le jugaba una buena pasada desde hacía varios meses. Sin embargo, "Rubencito" desde su casa o desde el sanatorio seguía en contacto con todo el mundo para hablar de su pasión, el deporte; y hacerlo a través de su gran amor, la radio.

Diego Castro lo conoció como pocos. El conductor radial había debutado en Bahía Engaño en 1990 y Rubén estaba ahí: "Se fue un amigo, a quien conocí en FM Bahía Engaño cuando empecé a hacer radio. El amaba la radio, se quedaba hasta la 1 de la mañana los sábados; se quedaba conmigo acompañándome, y luego nos íbamos de la radio hablando de su pasión por la radio", recordó Diego a pocas horas de la partida de Vega en el aire de #LA17.

"Hasta último momento Rubén se mostraba súper informado, compartía las notas con nosotros. Como buen periodista, no esperaba que la noticia le llegara, él iba a buscarla. Recuerdo que en los años 90 viajaba en colectivo hacia Trelew, a las reuniones de la Liga de fútbol, y luego comunicaba las novedades antes de que las publicaran los diarios", recordó Castro.

"Hasta último momento compartía sus informaciones. Escuchaba todo el tiempo las radios. No podía parar. Grabador en mano, cuaderno o alguna hoja y lapicera, y el micrófono que tanto amó, fueron las herramientas que tuvo para serel hombre al que no le faltó lugar para ir y a cuanto espacio deportivo tuviera una actividad".

"Era un gran exponente del deporte local. Fue uno de los precursores del fútbol femenino. Sabía de todas las disciplinas. Era un apasionado de Germinal, tenía la sangre verde ese santafesino de Laguna Paiva a quien hoy recordamos todos con enorme agradecimiento", concluyó Diego.

Suele decirse que en los medios de comunicación la generosidad no existe y la mezquindad está a la orden del día. Pues bien, no es así, y esperemos que el legado del enorme Rubén Darío Vega siga presente para reivindicar esa filosofía de vida y de "laburo" que legó Rubén Darío y que se plasma en la labor diaria de Aldo, Silvio, Florencia, Juan y su querida familia Vega, que es sinónimo de comunicación en nuestra ciudad capital.