ARGENTINA IMPORTA COMBUSTIBLES: ¿UNA DECISIÓN SIN SENTIDO ECONÓMICO?

Según la consultora Montamat & Asociados, el precio de la nafta en surtidor, sin impuestos, ronda los 167 $/litro, mientras que la paridad de importación supera los 222 $/litro. En contraste, el costo de producción del bioetanol nacional, elaborado con insumos 100% argentinos como el maíz o la caña de azúcar, es de 155 $/litro.

A pesar de esta diferencia de precios, Argentina sigue importando nafta a pesar de la escasez de divisas y la regulación del precio del combustible en el mercado interno. En 2022, el país importó nafta por 993 millones de dólares y en los primeros cinco meses del año actual, la cifra alcanza los 301 millones de dólares.

Patrick Adam, director ejecutivo de la Cámara de Bioetanol de Maíz, señaló que con una política energética que priorice el uso interno del bioetanol, esas divisas podrían haberse utilizado para otros fines más urgentes y reducir el costo de producción del combustible en el país.

Actualmente, la normativa establece un corte obligatorio de bioetanol maicero del 6%, con la posibilidad de ser reducido al 3% si el gobierno así lo decide. Por otro lado, el sector azucarero tiene garantizado un corte mínimo del 6% de bioetanol cañero con nafta.

Aunque se ha prometido incrementar el corte mínimo de bioetanol con nafta en un 15%, aún no se ha concretado.

Claudio Molina, director de la Asociación Argentina de Biocombustibles, explica que el precio competitivo del bioetanol permite a los refinadores de combustibles obtener beneficios adicionales, ya que no han reducido los precios en surtidor de la nafta.

Además, el bioetanol está exento de impuestos sobre Combustibles Líquidos y Dióxido de Carbono, lo que implica un ahorro adicional de más de 27 $/litro.

Cabe destacar que el bioetanol tiene un octanaje de alrededor de 110, mientras que la nafta de mayor calidad no supera los 98 octanos, lo que significa que los motores de combustión interna que utilizan bioetanol son más eficientes. El grado de octanaje determina la capacidad de un combustible para evitar la detonación prematura.

Ante este panorama, expertos y representantes del sector bioetanol sugieren una mayor utilización del bioetanol nacional como una alternativa económica y eficiente para reducir la importación de nafta y promover una política energética más sustentable en Argentina.