MATERIA PENDIENTE: CHUBUT DEBE RECUPERAR PODERÍO POLÍTICO

Pocos recuerdan el poderío político que Chubut supo tener no tantos años atrás, con nombres importantes que se codeaban con los principales líderes políticos de la Argentina.

Pocos recuerdan las reuniones en el departamento del senador nacional José Sáez en las que participaban Antonio Cafiero, “Chacho” Jaroslasky, Raúl Alfonsín y donde se tomaban decisiones políticas entre líderes de distinta ascendencia partidaria.

O al dirigente comodorense Marcelo Guinle, tercero en la sucesión presidencial en varias oportunidades, quien además era hombre de consulta de importantes dirigentes nacionales.

O Carlos Maestro, quien además de haber sido dos veces gobernador de la provincia, fue presidente del bloque de diputados nacionales de la UCR y de hecho, fue quien en aquel fatídico diciembre de 2001 le pidió la renuncia al entonces presidente Fernando De La Rúa.

Chubut supo tener dos importantes ministros de economía, como José Machinea o más adelante en el tiempo Hernán Lorenzino, el de la popular frase “me quiero ir”.

O Norberto Yauhar, quien tuvo un largo período como Ministro de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación.

O Mario Cimadevilla, quien fue convocado para hacerse cargo de la Unidad Amia tras la muerte del fiscal Nismann, enfrentándose con el propio presidente Mauricio Macri por la actitud del gobierno nacional en las investigaciones del atentado.

El propio Mario Das Neves, a cargo de la Dirección Nacional de Aduanas y luego candidato a presidente.

No hay que olvidar a Fabián Puratich, convocado por la ministra de Salud Carla Vizzotti, pero ya en un rango menor.

Sin embargo, hoy no se vislumbra que se puedan volver a tener valores del fuste de los primeros, Sáez, Guinle o Maestro por citar solo algunos ejemplos de quienes con su capacidad política llegaron a lugares importantes de nuestro país y Chubut “jugaba en primera”.

Todo ese caudal político se ha perdido, hoy no hay políticos en la provincia que den la talla para semejantes odiseas, algunos por inexpertos y otros por desgastados o inoperantes. 

Chubut se merece reverdecer laureles, para eso los jóvenes políticos deben aprender del camino que sembraron prohombres de la provincia para volver a ponerla en su lugar de peso como supo tener.