POLICÍA BALEÓ A CAMIONERO PARA EVITAR ACCIDENTE

Decidió declarar en el juicio en su contra y argumentó que quiso tirar al motor del camión porque zigzagueaba y ponía en peligro a terceros que circulaban.

Actualidad 13 de febrero de 2024 Christian Devia Christian Devia
Gatillo fácil en San Juan: un camionero baleado
Gatillo fácil en San Juan: un camionero baleado

En el marco del caso que conmociona a San Juan, el oficial de policía Ricardo Rodríguez, acusado del asesinato del camionero riojano Gastón Orihuela, declaró ante la jueza de Garantías, Flavia Allende, en la audiencia de formalización. Este testimonio, que busca explicar la trágica persecución y el posterior tiroteo, se da en un contexto de creciente controversia sobre el accionar policial.

Rodríguez, que tenía el derecho de permanecer en silencio, optó por dar su versión de los hechos, asegurando que Orihuela conducía de manera peligrosa, poniendo en riesgo la vida de terceros, la suya propia y la de sus compañeros. "Lo único que yo intenté hacer en todo momento fue persuadir al conductor para que detuviera la marcha del rodado. Jamás, jamás, bajo ninguna circunstancia mi intención fue causar la muerte. Lo único que estaba tratando es que detuviera la marcha", afirmó el oficial.

Según Rodríguez, la situación escaló hasta convertirse en un delito de resistencia y atentado a la autoridad. Alegó que, dadas las circunstancias, actuó en lo que entendía como su deber, destacando que no recibió órdenes ni directivas ya que el equipo de comunicación estaba sin batería.

Sin embargo, esta versión se enfrenta a la palabra de sus propios compañeros, quienes presenciaron el incidente y reportaron múltiples disparos realizados por Rodríguez. La autopsia confirmó que al menos tres impactos fueron en el pecho de Orihuela, generando preguntas sobre la necesidad de tal cantidad de disparos para detener el vehículo.

La estrategia de defensa también incluye la afirmación de que el oficial creía que Orihuela llevaba un arma, basándose en gestos observados dentro de la cabina en medio de la noche. Esta declaración, sumada a la presunta búsqueda de dañar el motor para detener el camión, intenta justificar la intensidad del uso de la fuerza.

El trágico episodio ocurrió el viernes por la noche cuando, después de una persecución policial de 20 kilómetros, la policía disparó contra el camión conducido por Orihuela hasta que este chocó con otro vehículo y falleció a causa de las heridas. La situación se investiga como un posible caso de "gatillo fácil".

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Repercusiones y Cuestionamientos al Accionar Policial

Las declaraciones de Rodríguez y la versión de los hechos planteada por la defensa han generado controversia y cuestionamientos por parte de la sociedad y organizaciones defensoras de derechos humanos. La cantidad de disparos y la muerte del camionero generan dudas sobre si el accionar policial fue proporcional a la situación.

La familia de Orihuela exige una investigación exhaustiva para esclarecer lo sucedido y determinar si hubo un uso excesivo de la fuerza. Organizaciones de derechos civiles se suman al pedido de transparencia y solicitan una revisión minuciosa de las acciones policiales en casos similares.

Este trágico suceso reaviva el debate sobre la capacitación policial, los protocolos de actuación en situaciones de riesgo y la necesidad de revisar las prácticas que puedan derivar en casos de "gatillo fácil". 

   

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