DOCENTE VA EN LANCHA AL COLEGIO Y TIENE ASISTENCIA PERFECTA

Fabiana no está sola en su travesía diaria; la acompañan porteros, asistentes escolares, cocineros y ayudantes de cocina.

La isla del Espinillo, parte del Delta del Paraná, cuenta con unas 245 hectáreas, de las cuales 10 hectáreas pertenecen a la provincia de Santa Fe. En esta pequeña porción de tierra se encuentra la escuela a la que asisten una quincena de niños, hijos de familias que en su mayoría se dedican a la pesca artesanal.

Fabiana recuerda sus primeros días con temor: "Al principio sí, lo voy a confesar, me daba mucho miedo, no tenía ni idea nada que ver con el río". Sin embargo, con el tiempo, aprendió a navegar y ahora se siente cómoda, aunque el cruce depende mucho de las condiciones climáticas y del estado del río.

La lancha que utiliza tiene un motor fuera de borda, que Fabiana y su esposo compraron tras la muerte del portero de la institución, quien antes la trasladaba.

La falta de este servicio los obligó a buscar su propio medio de transporte para garantizar la continuidad de su compromiso educativo.

La Escuela Nº 1.139 enfrenta serias carencias: no tiene agua potable ni electricidad. Afortunadamente, cuenta con un equipo fotovoltaico con paneles solares y una antena eólica, lo que les permite tener energía suficiente para sus actividades diarias.

El agua potable se traslada en bidones cada día, mientras que el agua de lluvia recolectada en una cisterna se utiliza para la limpieza.

Además de su labor educativa, Fabiana y su equipo trasladan en su lancha toda la mercadería, donaciones y herramientas necesarias para el mantenimiento de la escuela. "También trasladamos a las personas que cruzan a la escuela diariamente. No solamente a veces necesitamos técnicos, necesitamos que nos vengan a cortar el pasto porque el contexto es todo verde", explica Fabiana.

La docente destaca la importancia del reconocimiento a su labor, impulsado por el Gobierno de Santa Fe con un premio por asistencia perfecta.

Sin embargo, prefiere no entrar en polémicas sobre el tema, enfocándose en su compromiso con los niños.

"Por más que esté acá o no esté acá, la escuela me marcó y yo soy parte de ella. Pongo todo mi esfuerzo todos los días junto con mis compañeros para que esté mejor, para que esté más linda, para acercarnos a los chicos todo lo que podemos y para que no queden afuera de las oportunidades", concluye Fabiana.