"EL GUANACO SE VA A COMER TODA LA PATAGONIA"

El productor de Santa Cruz, Stuart “Chacho” Blake, lanzó una fuerte advertencia: “Si se sigue multiplicando, el guanaco se va a comer toda la Patagonia”.

Actualidad15 de agosto de 2024Sergio BustosSergio Bustos
Guanacos en Patagonia
Manada de guanacos en la Patagonia.

El productor ganadero y biólogo de Santa Cruz, Stuart “Chacho” Blake, lanzó una fuerte advertencia: “Si el guanaco sigue multiplicándose, acabará con toda la Patagonia”. Con esta afirmación, reactivó una polémica latente en la región.

Blake, un conocido residente de Río Gallegos que a menudo se enfrenta a los conservacionistas, dirigió sus críticas hacia el Parque Nacional Monte León, ubicado a más de 200 kilómetros al norte de la capital provincial, en la costa atlántica. "Se ha creado un criadero de pumas y guanacos sin considerar las consecuencias", declaró, convencido de que, al agotarse los recursos de agua y pasto en el parque, estos animales han comenzado a buscar alimento fuera de sus límites.

Según su análisis, el crecimiento poblacional de los guanacos en la zona del Parque Nacional Monte León (PNML) se ha hecho evidente en los últimos diez años, siendo más notorio fuera que dentro del parque. Asegura que es común ver numerosas tropillas de guanacos cerca de la Ruta 3 y en campos privados adyacentes a la reserva.

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Blake también señaló que con las mareas bajas, los pumas utilizan las playas al pie de los acantilados como "autopistas" para desplazarse tranquilamente hasta los campos cercanos a Río Gallegos. Aunque reconoció que los ataques al ganado por parte de los pumas son un problema económico, sostuvo que la situación con los guanacos es mucho más grave, ya que representa un desequilibrio ecológico con serias consecuencias ambientales.

El biólogo y productor también subrayó un problema de jurisdicciones: mientras la provincia de Santa Cruz tiene una política de control de la especie, el parque sigue una política contraria, lo que, según él, anula cualquier esfuerzo de manejo del guanaco.

Blake enfatizó que el verdadero problema no radica en el debate entre productores y conservacionistas sobre el control de la especie, sino en la desertificación agravada por el cambio climático. “Al secarse las lagunas del PNML, los animales salen a buscar agua afuera. Y aunque el agua no es el mayor problema, el pasto sí lo es”, advirtió.

Según Blake, su preocupación no se centra únicamente en la competencia del guanaco con las ovejas por el alimento, lo que afecta a los productores ganaderos, sino en un problema más amplio: la acelerada desertificación de la región, que podría extinguir las pasturas. Además, señaló que la principal causa de mortalidad de la especie es el frío de los inviernos más duros, pero debido al calentamiento global, desde la década de 1980 hasta la actualidad, esos inviernos han sido escasos, independientemente del frío extremo de este 2024.

Blake criticó a los conservacionistas, a quienes acusó de ser "desertificadores", y comparó las políticas de manejo de fauna en otros países. “En Escocia se controla el ciervo, en Noruega se controla el alce, ¿por qué creemos que el guanaco es la única especie en el mundo que no necesita ser controlada?”, se preguntó.

Blake, quien se describe como un ciudadano preocupado por la desertificación causada por la mala gestión del PNML, recordó que aunque no es un experto en guanacos, sí lo es en Biología Cuantitativa, con una especialización en dinámica poblacional obtenida en la Universidad de St. Andrews en Escocia. “Viví mi infancia y gran parte de mi juventud en el campo y soy la cuarta generación de productores santacruceños”, señaló, destacando su experiencia y formación.

El biólogo también cuestionó la efectividad del Parque Nacional Monte León, afirmando que no cumple con los objetivos para los cuales fue creado y que presenta serias deficiencias institucionales y ecológicas. Explicó que inicialmente el parque fue concebido como una reserva costera, y se llevó a cabo un relevamiento ecológico en la costa bajo la dirección del reconocido biólogo Guillermo Harris. Sin embargo, agregó que, al ampliar el parque a 62 mil hectáreas de meseta, no se realizaron los estudios ecológicos necesarios antes de su formación.

Blake señaló que cada Parque Nacional cuenta con un Plan de Manejo, que generalmente se actualiza cada 10 años. Sin embargo, el del PNML data de 2002 y, aunque están trabajando en su actualización, no se ha presentado un nuevo plan en más de veinte años. Además, acusó al proceso de carecer de transparencia.

Finalmente, Blake criticó la falta de control sobre la fauna del parque, señalando que las autoridades no tienen un registro claro de cuántos guanacos salen del PNML. "Me han dicho que, como son especies autóctonas, no tienen planes para contabilizar los que se ‘autoexportan' a los establecimientos rurales privados de la zona", afirmó.

Para discutir estas cuestiones, Blake invitó públicamente a la intendenta del PNML, Mariela Gauna, o a quien ella designe, a un debate en septiembre en Río Gallegos, abierto al público. Hasta el momento, según Blake, no ha recibido respuesta.

   

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