USHUAIA: NO HUBO AMENAZA DE BOMBA SINO CONFUSIÓN

Un pasajero brasileño dijo que había un pasajero que “iba a volar el avión”. En realidad era un diputado libertario que jugaba un juego en su celular.

Actualidad03 de septiembre de 2024Sergio BustosSergio Bustos
avion
El avión en la plataforma por varias horas.

Un avión de Aerolíneas Argentinas que cubría la ruta de Ushuaia a Buenos Aires tuvo que regresar a su aeropuerto de origen debido a una falsa amenaza de bomba. A bordo del vuelo viajaban los artistas Marcelo Polino y Carmen Barbieri, quienes compartieron en sus redes sociales el tenso momento que estaban viviendo, logrando que la situación se viralizara rápidamente.

Una vez que las autoridades confirmaron que no había ningún explosivo y que la amenaza era falsa, la aerolínea autorizó el despegue del avión, que finalmente partió hacia el Aeroparque Metropolitano con varias horas de retraso. Durante el tiempo que tomó verificar la seguridad del vuelo, los pasajeros tuvieron que descender de la aeronave y esperar primero a un costado de la pista y luego en una sala del Aeropuerto Internacional Islas Malvinas (USH). Este proceso fue registrado por los famosos y otros pasajeros, quienes manifestaron su molestia por las demoras.

El incidente tuvo un giro inesperado que salió a la luz en las últimas horas, gracias al relato de uno de los involucrados: Agustín Coto, legislador fueguino de La Libertad Avanza. "Me pasó algo surrealista", describió Coto al contar su experiencia.

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Según relató, poco después de que el vuelo AR 1885, de matrícula LV-KEI, realizara las maniobras de despegue, un pasajero brasileño que se sentaba a su lado corrió hacia la parte trasera del avión para hablar con las azafatas y no regresó. Minutos después, el capitán anunció que había un inconveniente y que el avión debía regresar al aeropuerto de Ushuaia.

Ya en tierra, comenzó una odisea para Coto. “Nos quedamos esperando hasta que llegaron la Policía, los Bomberos, la PSA (Policía de Seguridad Aeroportuaria) y, de repente, alguien subió al avión y me vino a buscar a mí. Yo no entendía qué pasaba, porque nadie me decía lo que estaba ocurriendo”, explicó.

Lo que el legislador desconocía en ese momento era que el turista brasileño había informado a las azafatas que su compañero de asiento planeaba detonar una bomba durante el vuelo y que incluso había estado viendo videos en su teléfono celular sobre cómo activar un supuesto artefacto explosivo.

“Finalmente, ya fuera del avión, los perros revisaron mi equipaje y se dieron cuenta de que todo esto era un disparate. Luego, me dijeron que tendría que hacer una declaración, pero al final no fue necesario porque este muchacho comenzó a contradecirse: dijo cosas diferentes mientras estaba a bordo y luego en tierra”, detalló Coto.

Inicialmente, el brasileño afirmó que el diputado fueguino tenía intenciones de hacer explotar el avión y que estaba mirando videos en su celular para hacerlo. Sin embargo, posteriormente, cambió su versión y aseguró que el presunto atacante le había confesado sus intenciones. En realidad, Coto estaba jugando un videojuego de autos en su teléfono móvil.

La confusión provocada por el pasajero brasileño desencadenó la falsa alarma que obligó al avión a regresar al aeropuerto, causando horas de demora y una experiencia angustiante para todos los pasajeros a bordo.

 

El relato de Coto

“Hoy me pasó algo surrealista. Vuelo de aerolíneas Ushuaia-Buenos Aires, Asiento 24 C. Avión lleno. Despegamos y el sujeto que estaba sentado al lado mío, en pleno despegue, se levanta y se va corriendo para atrás. Vuelve, se sienta de nuevo, vuelve a pararse y a irse al fondo del avión. Jamás había visto algo así. Pasan unos minutos y nos anuncia el comandante que debíamos volver al aeropuerto de Ushuaia, sin aclarar el motivo (luego todo tendría sentido). Volvemos, aterrizaje y...a esperar en la pista. El tipo raro seguía atrás, con las azafatas. Mirando el teléfono me entero de que el avión había vuelto por una amenaza de bomba! Entre asustado y nervioso, esperé un rato más, charlando con los otros pasajeros (me da cagado despegar, así que estaba recuperándome de los minutos de sufrir el despegue). Llega la policía de seguridad aeroportuaria a los minutos y se llevan a un tipo que resulté ser YO! Operativo, protocolos de seguridad activados, perro detector de explosivos, etcétera. Todo bien. Falsa alarma. Me retienen, pregunto por qué y me dicen que mí vecino de asiento me acusó de llevar una bomba! Surrealista. Declaraciones, espera, nervios, risas. El vuelo finalmente sale, al turista brasilero inventor de situaciones bombisticas (y bombásticas) no lo dejaron subir al avión y despegamos sin incovenientes alrededor de las 20 hs. Ah. Salí en todos los medios, me dicen. Moraleja: hay que evitar viajar en aviones sentado al lado de colifas” relató en su red X.

   

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