LA INFORMALIDAD EN LA ARGENTINA: UN PROBLEMA QUE CRECE

Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT), aproximadamente el 50% de los trabajadores en la región están en situación de informalidad.

Actualidad08 de septiembre de 2024REDACCIÓNREDACCIÓN
Trabajadoras domésticas
Trabajadoras domésticas

La informalidad laboral sigue siendo un desafío estructural en América Latina, y Argentina no es la excepción.

Argentina, en particular, se enfrenta a cifras alarmantes: por cada empleo formal creado, se generan 1,5 empleos en negro, con sectores como el servicio doméstico, la agricultura y la construcción liderando en informalidad.

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En un contexto donde la economía argentina ha registrado una recesión significativa, con una caída del 5,1% en el Producto Bruto Interno (PBI) durante el primer trimestre de 2024, el aumento del desempleo y la precarización laboral se ha vuelto una constante.

El informe del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) reveló que el desempleo alcanzó el 7,7%, mientras que la informalidad ha superado la creación de empleo formal en los últimos cuatro años.

Uno de los sectores más afectados es el servicio doméstico, donde el 71,5% de los trabajadores no realiza aportes previsionales. En la agricultura, el 59,2% de los empleados trabaja en negro, mientras que en la construcción, el 58,4% está en situación de informalidad.

Estos sectores, que abarcan una gran cantidad de trabajadores, muestran cómo la falta de empleos formales impacta en la economía y en la vida de los ciudadanos.

A la par de la crisis laboral, el 34,9% de los trabajadores en Argentina vive por debajo de la línea de pobreza, a pesar de estar empleados. La combinación de una alta inflación, pérdida del poder adquisitivo y un aumento en la tasa de desempleo ha generado incertidumbre y desilusión en una gran parte de la población.

Según una encuesta de la consultora Equipo Mide, las principales preocupaciones de los argentinos son la pobreza (23%), el desempleo (15%) y la inflación (14%).

En términos emocionales, el 41% de los encuestados mantiene la "esperanza", pero un 22% expresa "bronca y enojo", lo que refleja un creciente malestar social ante la falta de soluciones tangibles para mejorar la situación laboral y económica en el país.

El camino hacia la recuperación requiere de políticas activas que impulsen la creación de empleo formal, el fortalecimiento de la formación profesional y una mayor protección social para los trabajadores en situación de vulnerabilidad.

   

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