NO QUEDAN FOCOS ACTIVOS EN LOS INCENDIOS DE CÓRDOBA

Las autoridades confirman que no hay incendios activos en Córdoba. Comienzan las tareas de enfriamiento, aunque continúa la alerta extrema en la zona.

ActualidadEl lunesREDACCIÓNREDACCIÓN
Incendios Córdoba
Incendios en Córdoba bajo control. No quedan focos activos, pero la alerta continúa.

Tras más de dos semanas de incendios incontrolables en las sierras de Córdoba, las autoridades locales anunciaron que no quedan focos activos. El alivio es palpable en la provincia, donde las llamas arrasaron más de 80 mil hectáreas.

Este domingo, bomberos lograron controlar el fuego, con la ayuda de las lluvias que comenzaron en la madrugada del lunes. Roberto Schreiner, vocero de la Secretaría de Gestión de Riesgo Climático, confirmó que desde las 19:30 horas del domingo, no se registran incendios forestales activos.

A pesar de esto, los bomberos se mantienen en alerta extrema. Los perímetros de los focos en Berrotarán, San José de la Dormida y Quebrada La Mermela están bajo guardia de cenizas. El trabajo ahora se enfoca en evitar reinicios.

Más de 80 mil hectáreas fueron afectadas por el fuego en diversas áreas. Corral de Piedras resultó ser la más devastada, con 45.200 hectáreas quemadas. Otras zonas como El Durazno, La Mermela y Berrotarán también sufrieron graves daños.

La provincia enfrenta ahora un largo proceso de recuperación. Mientras tanto, los bomberos y voluntarios continúan trabajando en las áreas afectadas, realizando tareas de enfriamiento para evitar que las cenizas se conviertan nuevamente en brasas.

El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) ha pronosticado tres días de precipitaciones, lo que ayudará a enfriar el terreno. Estas lluvias traerán un respiro en la lucha contra los incendios, aunque el terreno sigue siendo altamente vulnerable.

El Valle de Traslasierra sigue con algunas rutas cortadas, entre ellas la Ruta Provincial 28, que permanece inhabilitada debido a desprendimientos de rocas causados por el fuego.

A pesar de los esfuerzos de contención y las lluvias, el riesgo de nuevos incendios no ha desaparecido. El terreno seco y las condiciones climáticas extremas que predominan en la región continúan siendo un desafío.

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Las autoridades locales insisten en que, aunque la situación ha mejorado, es necesario seguir en alerta máxima. La población debe permanecer atenta a las recomendaciones y evitar cualquier acción que pueda generar un nuevo foco de incendio.

Este ha sido uno de los peores episodios de incendios en la historia reciente de Córdoba. El impacto ambiental es enorme, y se necesitarán años para que las áreas afectadas comiencen a recuperarse de los daños causados por el fuego.

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Los bomberos y voluntarios, que durante semanas lucharon contra las llamas, siguen trabajando incansablemente para proteger lo que queda del paisaje natural cordobés. Mientras tanto, la provincia mira hacia adelante con la esperanza de que lo peor ya haya pasado.

   

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