FLAVIO BRIATORE: EL CARISMÁTICO JEFE QUE REVOLUCIONÓ LA F1

De empresario de moda a figura clave en la Fórmula 1. Conocido por su estilo excéntrico, es uno de los jefes de equipo más exitosos y polémicos de la categoría.

Deporte15/01/2025Sergio BustosSergio Bustos
colapinto briatore
Briatore y Colapinto en el paddok.

Antes de su llegada al automovilismo, Briatore trabajaba en la industria de la moda. Su asociación con Luciano Benetton fue el inicio de su camino hacia la F1.

En 1988, sin experiencia previa en automovilismo, asistía a su primer Gran Premio en Australia. Su rol en Benetton se transformaría por completo.

Luciano Benetton lo nombró director comercial de Benetton Formula. Poco después, asumió como director general del equipo.

"No sabía nada de F1, pero sí de negocios", confesó alguna vez Briatore sobre sus comienzos en la categoría reina.

Su estrategia incluyó fichar a Ross Brawn como director técnico y a Rory Byrne como diseñador. Este equipo comenzó a cimentar el éxito de Benetton.

En 1991, apostó por un joven Michael Schumacher, recién llegado a la F1. Pagó una suma significativa para integrarlo al equipo.

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Con Schumacher, Brawn y Byrne, Benetton se posicionó como un contendiente serio en la F1. El proyecto tomó forma rápidamente.

Benetton alcanzó la cima en 1994 y 1995. Schumacher logró los campeonatos de pilotos y el equipo ganó el de constructores en 1995.

El liderazgo de Briatore marcó una época dorada para Benetton. La visión del empresario transformó el equipo en un referente.

Tras los éxitos, Briatore dejó Benetton en 1997. Sin embargo, su vínculo con la F1 continuó a través de nuevos proyectos.

Fundó Supertec, una empresa de motores que colaboró con equipos como Williams y BAR. Aunque no logró grandes resultados, mantuvo su influencia.

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En 2000, Renault adquirió Benetton y llamó a Briatore para liderar la transición. Su regreso marcó el inicio de una nueva etapa.

Renault volvió a los primeros planos gracias a Briatore. Su gestión reestructuró el equipo y lo preparó para competir al máximo nivel.

En 2003, confió en Fernando Alonso, un joven talento español. Su decisión fue clave para el futuro del equipo.

Con Alonso al mando, Renault conquistó los campeonatos de 2005 y 2006. Briatore consolidó su legado como líder.

"Fernando era especial desde el primer día", comentó sobre su pupilo. Su confianza fue determinante en el éxito de ambos.

En 2009, el escándalo "Crashgate" sacudió la F1. Renault fue acusado de manipular una carrera para beneficiar a Alonso.

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Briatore recibió una sanción de por vida. Sin embargo, apeló la decisión y logró revertir la situación.

Tras un periodo fuera de la categoría, regresó en 2024 como asesor estratégico de Alpine. Su experiencia sigue siendo valiosa.

Su última apuesta es Franco Colapinto, un joven piloto argentino. Briatore confía en su talento para construir un futuro prometedor.

El legado de Flavio Briatore está lleno de éxitos, escándalos y decisiones audaces. Su nombre es sinónimo de innovación en la F1.

La historia de Briatore es un recordatorio de que la visión y la audacia pueden cambiar el rumbo de cualquier disciplina.

   

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