PARITARIAS: “CAMIONEROS ACEPTÓ MENOS DE LO QUE ESPERABA”

El sindicato de los Moyano cerró una suba del 5,1% para el trimestre. La base esperaba un aumento mayor. El Gobierno festeja. La interna gremial se agita en silencio.

Política23/03/2025Sergio BustosSergio Bustos
pablo y hugo moyano
Los Moyano en sospechoso silencio.

El gremio de Camioneros firmó un nuevo acuerdo paritario. La suba será del 5,1% para el próximo trimestre. El número quedó muy lejos del 10% que habían pedido.

El aumento regirá entre marzo y mayo. Se aplicará en tres tramos. Será del 1,2% en marzo, y del 1% en abril y en mayo. La cifra cerrada incluye una compensación por el trimestre anterior.

El Gobierno logró imponer su techo paritario. El acuerdo se ajusta a la pauta oficial. La Casa Rosada buscaba evitar aumentos por encima del 5%. Camioneros fue el primero en alinearse.

La negociación se cerró el viernes. El acta incluye una suma fija de $13.240. Se pagará en marzo. Se incorporará como remunerativa al mes siguiente. También seguirá el plus de $17.000 para la obra social.

La dirigencia mostró conformidad. Pero los delegados de base esperaban otra cosa. Muchos pedían un aumento mayor. Sobre todo después de una inflación acumulada que supera el 50% en lo que va del año.

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El acuerdo sorprendió a varios sectores del gremio. Algunos lo vieron como una señal de debilidad. Otros, como una muestra de disciplina política frente al gobierno nacional.

“Esto no era lo que queríamos, pero lo firmaron igual”, dijo un delegado del AMBA. La frase circuló en redes internas. No hubo comunicados oficiales. Solo el acta paritaria.

Camioneros también acordó mantener la cláusula de revisión. Se aplicará en junio. Servirá como marco para reabrir la discusión si la inflación se acelera. La cláusula no garantiza aumentos, pero permite renegociar.

La suba fue presentada como “global”. Incluye un 1,9% correspondiente a un desfasaje anterior. Ese porcentaje se incorpora ahora como suma no remunerativa y se pagará en un solo tramo.

La interna no estalló, pero se siente. Los delegados están molestos. No protestan en público. Pero no ocultan su malestar en asambleas y reuniones cerradas.

El sindicato no emitió un comunicado formal. Solo informó los porcentajes. No celebró el acuerdo. No habló de victoria. Tampoco de resignación. La palabra fue silencio.

Los empresarios aceptaron los montos sin objeciones. Valoraron que no hubiera medidas de fuerza. También destacaron la continuidad del aporte a la obra social, que suma $17.000 por trabajador.

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En la calle, los afiliados lo ven con distancia. Algunos valoran la continuidad de la negociación. Otros sienten que el gremio se alineó demasiado rápido con las exigencias del gobierno libertario.

“No es aumento, es pérdida en cuotas”, ironizó un chofer en un grupo de WhatsApp. Los comentarios se repiten entre trabajadores de logística, larga distancia y recolección.

La CGT convocó a un paro nacional para el 10 de abril. Pero la posición de Camioneros quedó en duda. El acuerdo reciente podría alejar al gremio de una adhesión firme.

Hugo Moyano no habló. Tampoco Pablo. La cúpula evitó declaraciones. El hermetismo sorprendió. La firma del acta llegó sin fotos, sin actos, sin conferencia.

La relación con el gobierno parece menos tensa. Aunque la distancia política sigue, el acuerdo paritario marcó un acercamiento práctico. Milei logró bajar una de las paritarias más duras del país.

La inflación de febrero fue del 13,2%. La de enero, del 20,6%. Los datos de marzo se conocerán en abril. Los aumentos firmados no cubren el deterioro del salario real.

Las bases pedirán explicaciones en las próximas semanas. Las seccionales más combativas ya convocaron reuniones. Se esperan reclamos internos, aunque nadie plantea romper.

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En el Ministerio de Trabajo celebraron el cierre. Consideran que Camioneros abrió la puerta para que otros gremios acepten subas moderadas.

El acuerdo llega en un contexto complejo. El gobierno busca enfriar la economía. Las paritarias forman parte de esa estrategia. El ajuste salarial se convirtió en política oficial.

Los gremios que firman por debajo de la inflación reciben críticas internas. Camioneros no fue la excepción. Pero su peso simbólico convierte este acuerdo en una referencia.

Junio marcará otro capítulo. Si la inflación no baja, la cláusula de revisión puede reactivar la tensión. Nadie descarta una reapertura fuerte.

Mientras tanto, la tropa sigue en alerta. Las seccionales del conurbano preparan reuniones. Los choferes quieren explicaciones. El silencio de Moyano no alcanza.

El salario del camionero quedó lejos del índice de precios. Algunos sectores temen un desborde. Otros insisten en esperar hasta la próxima revisión. El debate ya empezó.

Camioneros cerró. Pero la discusión recién arranca.

   

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