Secta rusa: castigos por comer pan, candados y un líder preso en Rawson

Policiales10/04/2025

Detenidas de la secta rusa

Una trama que mezcla abuso, manipulación, migraciones clandestinas y prácticas sectarias. La causa judicial iniciada tras el parto de una joven rusa en el hospital local reveló el funcionamiento de una presunta organización criminal con base en la ciudad, encabezada por el ciudadano ruso Konstantin Rudnev, quien permanece detenido en el penal de Rawson.

Rudnev, de 57 años, enfrenta cargos por liderar una secta dedicada a la trata de personas con fines de explotación sexual y reducción a la servidumbre. Fue capturado a fines de marzo junto a otros 20 integrantes del grupo, en un operativo que incluyó detenciones en el aeropuerto de Bariloche, Aeroparque y domicilios en Buenos Aires.

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Si bien los 21 fueron imputados, el juez Gustavo Zapata excarceló a 20 de ellos con restricciones: no podrán salir del país durante un año, deben presentarse semanalmente ante la Policía Federal y tienen prohibido el contacto con la joven que activó la investigación, hoy bajo resguardo con su hijo.

La investigación, liderada por el fiscal federal Fernando Arrigo, aún se mantiene bajo secreto de sumario. Sin embargo, trascendió que la joven rusa llegó al país en enero acompañada por otra mujer, atraída por una supuesta propuesta espiritual vinculada al yoga. En realidad, fue aislada, controlada, y sometida a condiciones extremas de alimentación, según el testimonio de especialistas que la asistieron.

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"Había mensajes de texto que mostraban castigos por comer un pedazo de pan y alacenas cerradas con candado", reveló el fiscal Arrigo. Las mujeres, deshidratadas y con signos de desnutrición, respondían a un esquema de control físico y psicológico, en el que incluso se buscaba manipular documentación oficial.

Rudnev habría intentado registrar al bebé de la joven como su hijo para obtener la residencia argentina y evitar ser detectado por Migraciones, ya que tiene un pedido de captura internacional de Montenegro. En ese país europeo, es investigado por filmar supuestos rituales sexuales bajo encubrimiento de prácticas esotéricas.

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Condenado en Rusia por crímenes similares, había emigrado tras cumplir su pena. En Bariloche, el grupo alquiló varias propiedades y vehículos de alta gama, lo que llamó la atención de los investigadores por su nivel económico pese a no tener residencia ni ingresos declarados.

Cuando se descubrió el caso, la organización intentó huir a Brasil. Pero la Policía de Seguridad Aeroportuaria y la Policía Federal impidieron la fuga, en una operación que se coronó con 21 detenciones. Rudnev, al momento de ser capturado, intentó suicidarse cortándose el cuello con una navaja.

Mientras la causa avanza con pericias y testimonios protegidos, la Justicia deberá determinar quiénes fueron víctimas de la secta y quiénes actuaron como cómplices en una red que parece haber tenido un solo objetivo: reconstituir la secta Ashram Shambala en suelo sudamericano.

Fuente: La Nación, Clarín, TN