


El proyecto de ley Ficha Limpia será debatido este miércoles en el Senado tras semanas de roces políticos. La iniciativa, que busca impedir que personas condenadas en segunda instancia accedan a cargos electivos, llega al recinto luego de una prolongada postergación. La sesión comenzará a las 11.30 con otros temas incluidos en el temario.


El orden del día fue confirmado durante la reunión de Labor Parlamentaria del pasado 22 de abril. Además de Ficha Limpia, se tratarán designaciones diplomáticas y administrativas, tratados internacionales y la emergencia para Bahía Blanca y Coronel Rosales. El oficialismo logró mantener la agenda pese a las presiones internas.
La Libertad Avanza y el PRO utilizaron el proyecto como herramienta para disputas estratégicas dentro y fuera del Congreso. Mientras los libertarios buscaron presionar al kirchnerismo con la posible afectación a Cristina Kirchner, el PRO apostó a fortalecer la figura de Silvia Lospennato. La diputada es una de las impulsoras históricas de la norma.
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El conflicto entre ambos espacios se intensificó por la cercanía electoral en la Ciudad de Buenos Aires. Lospennato disputa protagonismo político con Manuel Adorni, vocero presidencial, dentro del mismo electorado. La posibilidad de otorgarle a la diputada una “victoria legislativa” generó tensiones con LLA.
El senador Ezequiel Atauche expuso esa incomodidad en una reunión parlamentaria al admitir que el Gobierno no quería tratar el tema. “No lo querían ni esa semana ni mañana”, reconoció frente a legisladores dialoguistas. La sinceridad del jefe del bloque libertario sorprendió a propios y ajenos.
En paralelo, el oficialismo intentó culpar a los santacruceños Carambia y Gadano por la suspensión de una sesión previa. El operativo buscó desviar responsabilidades por el fracaso del tratamiento el 9 de abril. Carambia respondió con un video en redes y apuntó directamente contra José Rolandi, funcionario nacional.
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La interna oficialista se agravó tras la caída del pliego de los candidatos a la Corte Suprema. Esa derrota alimentó nuevas maniobras en torno a Ficha Limpia, que fue utilizada como moneda de cambio. El trasfondo revela una puja permanente por el control político del Senado.
A pesar de las disputas, el proyecto contaría con al menos 38 votos afirmativos, suficientes para su aprobación. El kirchnerismo mantiene 34 bancas y se opone a la iniciativa por considerarla regresiva. La ley impediría que condenados en segunda instancia puedan competir electoralmente.
Fuente: NA.









