En qué situación se encuentran los buques factoría que reemplazarán la planta de GNL

El gas de Vaca Muerta ya no pasará por una planta terrestre en la Patagonia. YPF optó por un modelo más flexible y menos costoso. Dos buques factoría reemplazarán el proyecto onshore en Río Negro.

La nueva estrategia apunta a licuar gas con unidades flotantes. Se trata de embarcaciones especializadas que operan cerca de la costa. Reducen costos y aceleran tiempos de producción.

El primer buque se llama Hilli Episeyo. Hoy funciona en Camerún. Fue construido en 1975 y reconvertido como planta flotante. Tiene cuatro trenes de licuefacción y gran capacidad operativa.

El Hilli Episeyo podrá procesar 11,4 millones de metros cúbicos diarios. Eso representa más del 8% del consumo total de gas en Argentina. Estará activo en el país desde fines de 2027.

Funcionará en la costa rionegrina entre septiembre y mayo. Operará bajo contrato por 20 años. El gas llegará desde Tierra del Fuego.

El segundo buque se denomina MK 2. Actualmente se encuentra en un astillero chino. Allí lo están convirtiendo de regasificador a licuefactor.

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El MK 2 arribará a la Argentina en 2028. Su llegada requerirá la construcción de un nuevo gasoducto. Ese gasoducto conectará Vaca Muerta con la planta flotante.

Ambos buques procesarán gas natural licuado (GNL). Su capacidad conjunta alcanzará las 6 millones de toneladas métricas por año. Esto permitirá exportar gas con mayor eficiencia.

Horacio Marín, CEO de YPF, explicó el cambio de enfoque. “Es una estrategia más ágil y rentable”, sostuvo. Las unidades “near floating” se ubicarán cerca de tierra firme.

Las plantas recibirán soporte logístico y energético desde la costa. Esto optimiza la operación y mejora los márgenes. YPF apuesta a reducir costos en toda la cadena.

El proyecto original preveía una planta fija en Río Negro. Pero el contexto macroeconómico obligó a revisar ese plan. Los costos de construcción eran elevados.

Las plantas flotantes reducen los plazos de ejecución. También evitan conflictos legales y ambientales. La flexibilidad logística es otra ventaja clave.

YPF firmará contratos de largo plazo para ambas unidades. Las licitaciones ya están en marcha. Se espera participación de empresas internacionales.

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La producción de GNL se transformará en una fuente clave de divisas. El mercado asiático y europeo aparece como destino natural. El gas argentino buscará insertarse como recurso estratégico.

La ubicación de los buques fue seleccionada con criterios técnicos. La costa rionegrina ofrece condiciones ideales. La cercanía con Vaca Muerta favorece la integración.

La reconversión del MK 2 implicará una inversión adicional. Se trata de una unidad que ya cumplía funciones en otro mercado. El proceso de adaptación avanza en etapas.

La operación estacional responde a la demanda energética del país. Durante el invierno, el gas se utilizará internamente. En meses cálidos, se destinará a la exportación.

El gasoducto dedicado se construirá con fondos mixtos. El sector privado participará en el financiamiento. La obra será clave para asegurar el abastecimiento.

La decisión de abandonar la planta terrestre fue consensuada. Participaron áreas técnicas de YPF y consultoras externas. El foco estuvo puesto en tiempos y rentabilidad.

La nueva estrategia se alinea con estándares internacionales. Otras regiones productoras ya utilizan este tipo de unidades. Argentina busca ponerse a la par.

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Las plantas flotantes también reducen el impacto ambiental. Ocupan menos territorio y generan menor huella. La operación seguirá bajo normas de seguridad internacional.

El gobierno nacional respalda el proyecto. Lo considera un avance estratégico. El Ministerio de Energía coordina aspectos regulatorios.

El gas de Vaca Muerta ya se proyecta al mundo. El salto a la exportación depende de estas infraestructuras. La logística será determinante.

Los buques también permitirán abastecer zonas de difícil acceso. En casos de emergencia, podrán redistribuir el GNL. Eso brinda mayor autonomía energética.

El cronograma prevé pruebas operativas desde 2026. La instalación final comenzará un año después. Los primeros cargamentos saldrán en 2028.

YPF avanza con una visión moderna y pragmática. La decisión refleja una mirada empresarial más flexible. El futuro energético ya se empieza a flotar.