FICHA
El Senado de la Nación rechazó este miércoles el proyecto de ley conocido como “Ficha Limpia” al no alcanzar los 37 votos afirmativos requeridos para su aprobación. Aunque la iniciativa reunió 36 votos positivos frente a 35 negativos, no logró superar el umbral mínimo para convertirse en ley, en medio de un debate cargado de tensión política y acusaciones cruzadas.
La propuesta buscaba impedir que personas con condenas firmes por delitos contra la administración pública pudieran postularse como precandidatos o candidatos a cargos electivos, o ejercer funciones en partidos políticos. La iniciativa apuntaba a fortalecer los estándares éticos del sistema político argentino.
Acusaciones de proscripción y defensa del derecho constitucional
Desde el kirchnerismo y aliados, el rechazo se fundamentó principalmente en cuestionamientos a la constitucionalidad de la medida. La senadora Anabel Fernández Sagasti advirtió que la norma “viola el principio de inocencia consagrado en el artículo 18 de la Constitución” y alertó que podría ser utilizada como una herramienta para excluir actores políticos. En esa misma línea, Celeste Giménez Navarro denunció una “maniobra burda y desesperada de proscripción política”.
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Algunos discursos apuntaron directamente a la figura de Cristina Fernández de Kirchner, señalando que el proyecto estaría dirigido a impedir su eventual participación en las próximas elecciones, una lectura que Carolina Moisés reforzó al calificar la propuesta como “una gran estafa” con efecto nulo sobre los responsables del “poder real”.
Una herramienta para la transparencia, según sus impulsores
En contraste, otros legisladores y partidos provinciales defendieron el proyecto como un avance en la calidad institucional y una respuesta concreta a demandas sociales de mayor integridad en la política. La senadora Beatriz Ávila sostuvo que “la sociedad exige gestos” y que Ficha Limpia representa uno de ellos. También Stella Maris Olalla remarcó que se trata de “una condición ética básica” para ejercer cargos públicos.
La senadora Alejandra Vigo, miembro informante del proyecto, explicó que el objetivo era asegurar que “los ciudadanos no elijan a personas condenadas por corrupción” y que los partidos tampoco las postulen. Otros, como Juan Carlos Pagotto, destacaron que la propuesta buscaba acompañar un “proceso de modernización” del sistema democrático.
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Críticas por el alcance y dudas sobre la efectividad
Algunos senadores que acompañaron el texto también señalaron sus límites. Francisco Paoltroni consideró que Ficha Limpia era apenas “un comienzo” y Martín Goerling reclamó la inclusión de más delitos en el listado de exclusión.
El libertario Bruno Olivera subrayó que se trataba de “una norma sencilla pero necesaria para la salud de la democracia”. Mientras tanto, Guadalupe Tagliaferri y Andrea Cristina coincidieron en que el proyecto era resultado del “compromiso ciudadano” y de años de militancia social por una política más transparente.
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Un debate que sigue abierto
Aunque el proyecto no fue aprobado, el ajustado resultado de la votación, desde algunos sectores ya anticipan que buscarán reimpulsar una nueva versión del proyecto, ampliando consensos y precisando criterios para evitar futuras impugnaciones constitucionales.
La iniciativa “Ficha Limpia”, que había sido sancionada en otras provincias y contaba con amplio apoyo ciudadano, deberá ahora reconfigurarse si pretende avanzar en el Congreso.
Fuente: NA, Clarín, infobae, La nación, Senado TV
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