Plan comunitario para enfrentar el consumo problemático en cárceles

En Comodoro Rivadavia se comenzó a delinear esta semana una estrategia integral de intervención frente al consumo problemático de sustancias en contexto de encierro, con foco en la prevención, la asistencia continua y el seguimiento de personas que recuperan la libertad. La propuesta surgió de una reunión entre la jueza penal Daniela Arcuri, autoridades policiales, equipos de salud mental y organizaciones comunitarias con experiencia en abordajes grupales.

La iniciativa apunta a intervenir en una problemática creciente que atraviesa el sistema penitenciario local: personas con consumos activos, sin acceso estable a tratamientos durante su detención, que enfrentan la libertad sin herramientas ni vínculos sólidos de apoyo. En muchos casos, la falta de asistencia refuerza la posibilidad de recaída y perpetúa ciclos de reincidencia penal.

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El encuentro, realizado en la sede de la Oficina Judicial, sirvió como punto de partida para activar dispositivos específicos dentro de las unidades de detención. Se plantea desarrollar espacios grupales de contención que incluyan participación de redes externas, como Alcohólicos Anónimos, Narcóticos Anónimos, Al-Anon, el grupo Nueva Vida y REMAR, con continuidad en el medio libre. También estuvieron presentes profesionales del Hospital Regional y mandos policiales de la alcaidía y la Unidad Regional.

El proyecto reconoce una deuda estructural del sistema penal: la ausencia de intervenciones sostenidas en salud mental y adicciones que acompañen el proceso de cumplimiento de pena y permitan una salida efectiva de los circuitos delictivos. Según se discutió, las unidades de detención requieren acciones que vayan más allá del control y la sanción, incorporando recursos que garanticen continuidad terapéutica y sostén social.

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Además de fortalecer la asistencia dentro de los centros, se busca construir un puente real entre las instituciones penitenciarias y los dispositivos comunitarios, que muchas veces funcionan aislados. La idea es que quienes egresen del sistema penal no enfrenten el afuera sin red ni acompañamiento, especialmente en situaciones de vulnerabilidad extrema como el consumo crónico o las tendencias suicidas.

El acuerdo contempla el diseño conjunto de protocolos, cronogramas de trabajo y estrategias de derivación. También se prevé la participación del Área de Salud Mental en el seguimiento individual y la implementación de talleres de prevención en las unidades.