

Los cinco frentes económicos que podrían impactar en los precios al consumidor
Actualidad13/05/2025

Con márgenes reducidos y balances en rojo, las compañías de consumo masivo ajustan estrategias para no perder competitividad. Dólar, consumo, costos, impuestos e importaciones son las variables que monitorean con mayor atención. El Gobierno observa de cerca cualquier intento de aumento “desmedido” tras la salida del cepo.


1. Dólar en baja y presión sobre precios. La reciente tendencia descendente del tipo de cambio obliga a las empresas a recalcular precios y márgenes. "Estamos monitoreando la evolución del dólar", repiten en bloque desde el sector privado, que pide además la eliminación total de las restricciones cambiarias aún vigentes para las empresas.
2. Consumo interno estancado y desigual. A pesar de la desaceleración inflacionaria, las ventas en supermercados no repuntan. Mientras crece el consumo en sectores específicos como autos o turismo, el gasto en alimentos y productos básicos sigue deprimido.
OTRAS NOTICIAS:
3. Eficiencia o muerte: la nueva consigna. En un entorno con costos crecientes y precios contenidos, las compañías se ven obligadas a mejorar su eficiencia operativa. Ejemplo de ello es Molinos, que reportó pérdidas por más de $5.000 millones en el primer trimestre.
4. Impuestos que siguen pesando. La carga fiscal sigue siendo uno de los principales dolores de cabeza del sector. Según FADA, un cuarto del precio del pan, leche o carne se explica por impuestos.
5. Importaciones en aumento y competencia externa. La apertura comercial trae consigo una nueva presión: competir con productos importados más baratos. Algunas firmas ya prefieren importar en lugar de producir localmente por la diferencia de costos.
OTRAS NOTICIAS:
Desde el Gobierno buscan mantener el equilibrio entre precios contenidos y libertad económica. La estrategia oficial apunta a que las empresas “compitan en serio” y no trasladen automáticamente sus costos al consumidor. “No estaban acostumbrados a competir y ahora tendrán que hacerlo”, deslizan desde el oficialismo.
En medio de una transición económica compleja, las compañías deben adaptarse a un escenario sin cepo, con inflación bajando y un consumidor que gasta menos. El Ejecutivo ya dejó en claro que no tolerará aumentos injustificados, por lo que el control de márgenes será permanente.
Fuente: Clarín.









