

Bolivia cierra la peor temporada de lluvias con 59 muertos y casi un millón de afectados
Actualidad17/05/2025

El viceministro de Defensa Civil de Bolivia, Juan Carlos Calvimontes, confirmó este viernes el cierre oficial de la temporada de lluvias más devastadora que ha vivido el país en los últimos 40 años, con un saldo trágico de 59 personas fallecidas, 10 desaparecidas y más de 919.000 familias afectadas.


La temporada comenzó en noviembre de 2024 y finaliza este mes de mayo, sin que el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi) haya emitido nuevas alertas hidrológicas o meteorológicas, lo que permite al Gobierno boliviano considerar superada esta etapa. “Estamos ingresando en un período de transición hacia el invierno”, explicó Calvimontes en una conferencia de prensa brindada en La Paz.
OTRAS NOTICIAS:
El informe oficial detalló además la destrucción total de 2.443 viviendas, otras 7.509 viviendas con daños estructurales, y 103 familias evacuadas como consecuencia directa de los desbordes de ríos, deslizamientos e inundaciones que afectaron gran parte del territorio nacional.
En total, 293 municipios fueron impactados en los nueve departamentos bolivianos, de los cuales 239 fueron declarados en desastre y 25 en emergencia. Las regiones más golpeadas fueron Beni, Chuquisaca, Oruro, Pando y Tarija, donde se activaron declaratorias de desastre a nivel departamental, mientras que La Paz, Potosí y Santa Cruz permanecen bajo estado de emergencia.
OTRAS NOTICIAS:
La única región que no emitió ninguna declaración oficial fue Cochabamba, según confirmó la agencia estatal de noticias Xinhua.
La magnitud de los daños convirtió a esta temporada en un fenómeno sin precedentes en las últimas cuatro décadas, con consecuencias graves sobre la infraestructura, los servicios básicos y el sistema agrícola. En muchas localidades rurales, las lluvias provocaron el colapso de caminos y puentes, aislando a comunidades enteras por semanas.
Aunque las lluvias han cesado, las autoridades advirtieron sobre el comienzo de una nueva etapa crítica vinculada a los efectos del invierno andino. “La siguiente estación, con seguridad, también va a ser un período muy duro”, anticipó Calvimontes. En este nuevo escenario, las heladas y granizadas se perfilan como amenazas directas para cultivos, ganado y la salud pública, en especial en zonas rurales y de altura, donde el acceso a recursos básicos ya se encuentra comprometido.
OTRAS NOTICIAS:
Las condiciones invernales ya se manifiestan en varias regiones del país, y los especialistas advierten que las bajas temperaturas pueden agravar la vulnerabilidad de miles de familias que aún no han logrado recuperarse del impacto de las lluvias.
El Gobierno nacional se encuentra en etapa de evaluación de daños y trabaja en la implementación de medidas de asistencia y prevención, incluyendo operativos de salud, provisión de abrigo y programas de reactivación productiva en las zonas afectadas.
Fuente: NA, Infobae









