


La intendenta de Camarones, Claudia Loyola, expresó su preocupación por la falta de avances en el conflicto pesquero que impide el inicio de la temporada en aguas nacionales. A través de un comunicado oficial, reclamó la convocatoria urgente a una mesa de diálogo con todos los sectores. “No se puede perder la temporada”, advirtió, apelando a la responsabilidad de quienes deben tomar decisiones.


La actividad pesquera es el eje económico de la localidad costera, que depende directamente del movimiento de los barcos y sus tripulaciones. Cada día de demora representa un golpe al ingreso de cientos de vecinos y paraliza cadenas asociadas como el transporte, la provisión de insumos y el comercio local. “Estamos hablando de personas, de trabajadores y trabajadoras que esperan con angustia poder volver a trabajar”, remarcó Loyola.
El Municipio señaló que el conflicto no puede seguir prolongándose sin respuestas claras. En ese sentido, exigió un acuerdo inmediato que garantice previsibilidad para los actores del sector. La intendenta acompañó el reclamo de los trabajadores y advirtió sobre el impacto social si no se resuelve en lo inmediato.
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“La pesca no es solo una actividad económica, es una fuente esencial de trabajo genuino”, sostuvo Loyola. Camarones, con una estructura laboral basada en el mar, atraviesa una situación crítica mientras se mantiene detenida la flota. El parate repercute en toda la comunidad y genera incertidumbre generalizada.
El reclamo apunta a que el Estado provincial convoque de manera urgente a las partes involucradas. Loyola pidió “diálogo maduro” y decisiones políticas que permitan superar el conflicto. Advirtió que cada jornada perdida atenta contra el trabajo y la dignidad de las familias.
El comienzo de la temporada es fundamental para asegurar la continuidad laboral hasta fin de año. Si el conflicto no se resuelve a tiempo, muchas empresas no podrán sostener sus estructuras y habrá despidos. La intendenta subrayó que la comunidad no puede seguir esperando.
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Camarones ya había tenido temporadas inestables en años anteriores, pero esta situación supera los antecedentes. Nunca antes el inicio se demoró tanto por falta de consenso entre partes. El Municipio considera que el nivel de tensión actual exige una intervención urgente.
La pesca en aguas nacionales no solo impacta en Chubut, sino que activa circuitos comerciales en toda la Patagonia. Camarones, al igual que otras localidades costeras, se ve doblemente afectada por su dependencia directa de esta actividad. El conflicto amenaza con paralizar una parte vital de su economía.
“Exigimos voluntad política, no solo gestos”, expresó Loyola en su mensaje. La falta de respuestas concretas empieza a generar descontento entre los trabajadores y sus familias. La intendenta considera que no se puede seguir esperando mientras el conflicto se agrava.
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Los actores del sector reclaman que el Estado arbitre los medios necesarios para ordenar la actividad. No se trata solo de resolver un conflicto gremial o empresarial, sino de reactivar una actividad económica fundamental. El Municipio sostiene que ya no hay margen para dilaciones.
El sector pesquero representa ingresos, puestos de trabajo y continuidad para muchas empresas de la zona. La falta de temporada generará un vacío económico que será muy difícil de revertir en el resto del año. “Está en juego el sustento de muchas familias”, insistió la jefa comunal.
Desde el Municipio no se descarta participar activamente en gestiones si no hay avances concretos en las próximas horas. La intendenta ratificó que no bajarán los brazos hasta que el conflicto se destrabe. El reclamo ya no es solo sectorial: es comunitario.









