

La salud de los óvulos gana espacio en la agenda ginecológica y deja atrás los silencios
Actualidad28/05/2025

En el Día Internacional de la Acción por la Salud de las Mujeres, expertos remarcan el rol de la calidad ovocitaria. El tema gana visibilidad a medida que más mujeres retrasan la maternidad o tienen dificultades para concebir. La salud de los óvulos ya no es un asunto lejano: empieza a formar parte de las conversaciones médicas.


El conocimiento sobre fertilidad suele llegar tarde, condicionado por factores culturales, económicos y educativos. Muchas mujeres inician su ciclo reproductivo sin información sobre su reserva ovárica o el envejecimiento celular. Solo al buscar embarazo aparecen conceptos como vitrificación o FIV.
El Dr. Dan Nayot destaca que redes sociales y tecnología empujan una revolución silenciosa. “Cada vez más mujeres buscan orientación temprana y preguntan por su fertilidad futura”, asegura. Las experiencias personales son disparadores clave para actuar.
OTRAS NOTICIAS:
La calidad ovocitaria influye de forma directa en las chances de lograr un embarazo cromosómicamente normal. A diferencia del espermatozoide, el óvulo aporta estructuras internas, energía y componentes esenciales. Su estado define el camino hacia el blastocisto.
Tradicionalmente, los estudios se centraban en la cantidad de óvulos, no en su integridad biológica. Niveles de AMH o recuentos foliculares daban estimaciones generales, pero poco personalizadas. Herramientas como Violet y Magenta introducen evaluaciones más precisas basadas en imágenes.
Estas técnicas, sin embargo, solo son aplicables luego de la recuperación ovocitaria, dentro de un tratamiento de preservación o FIV. En las consultas ginecológicas habituales, el tema aún es marginal. Muchas jóvenes ni siquiera escuchan hablar de calidad ovocitaria.
OTRAS NOTICIAS:
Christy Prada, directora ejecutiva de Future Fertility, señala que la educación aún está en evolución. “Hay más interés en abordar el tema temprano, pero no forma parte del estándar de cuidado”, advierte. Introducirlo antes podría cambiar la relación con la fertilidad.
La calidad del óvulo depende de múltiples factores: edad, ADN, mitocondrias, hormonas, hábitos de vida. El estrés, la mala alimentación o el tabaquismo pueden dañarlo de forma silenciosa. Un estilo de vida saludable favorece mejores condiciones reproductivas.
Hablar de salud ovocitaria ya no puede esperar a los +30. El cuerpo se transforma antes de que llegue la decisión de ser madre. Y cada decisión informada amplía las posibilidades de elegir.
Fuente: NA.









