


La fiscal jefe de Esquel, María Bottini, denunció una agresión durante un conversatorio oficial. El hecho ocurrió en el Centro de Encuentro del barrio Badén. Fue en el marco de la jornada por el 10° aniversario de Ni Una Menos.


El episodio ocurrió mientras se preparaba para exponer sobre violencia laboral. Bottini participaba junto a la licenciada Susana Ponce Correa. Ambas fueron invitadas por la Dirección de Género del municipio.
La fiscal relató que todo comenzó cuando se proyectó el documental "Algo se enciende". Luego, a las 15 horas, estaba programado el conversatorio. El espacio fue compartido con estudiantes, representantes institucionales y personal de la Comisaría de la Mujer.
Según Bottini, unas diez mujeres de la comunidad mapuche comenzaron a increparla. Dijo que las críticas apuntaban a su rol como funcionaria. Le cuestionaron su participación en allanamientos por incendios forestales en febrero.
“Me reprocharon que estaba para dar una charla sobre violencia de género, pero que yo soy violenta con las mujeres”, expresó. Las interrupciones fueron inmediatas y crecientes.
La fiscal intentó continuar, pero los insultos se intensificaron. Recibió carteles, empujones y palabras ofensivas. “Me dijeron tarada y nadie dijo nada”, relató con visible enojo.
El ambiente se volvió hostil y sin control. Bottini afirmó que nadie intervino. No había personal de seguridad en el Centro de Encuentro. “Nos quedamos solas”, declaró.
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Debió abandonar el lugar mientras seguían los insultos. Describió la situación como muy violenta. “Se me venían encima y me insultaban”, aseguró. No pudo terminar su exposición.
La licenciada Ponce Correa también fue hostigada. Intentaba reunir los elementos de trabajo. Se le cayó la computadora. El equipo se rompió en el forcejeo.
La fiscal consideró inadmisible lo ocurrido. Dijo que no se activó ningún protocolo de protección. Criticó la falta de respuesta del entorno institucional.
En redes sociales también recibió ataques personales. Circularon publicaciones que cuestionaban su labor. Según Bottini, la agresión fue tanto física como simbólica.
Planteó que el contexto fue doloroso. “Fue bastante triste para nosotras que nadie dijera nada”, expresó. Recalcó la soledad en la que quedaron durante el hecho.
Luego del episodio, la comisario Carolina Pauli intervino. Enviaron una comisión para facilitar la salida de las funcionarias. En el exterior aún quedaban personas del grupo agresor.
“No estaban dadas las condiciones de seguridad para retirarse con tranquilidad”, afirmó Bottini. Lamentó que no se haya previsto una custodia institucional previa.
Contó que sabía que habría presencia de la comunidad mapuche. Dijo que no pensó en retirarse antes. “No por eso voy a dejar de dar la charla, sería discriminatorio”, sostuvo.
Defendió su vínculo con integrantes mapuches. Mencionó que como fiscal ha trabajado con personas de esa comunidad. Aseguró haber defendido casos vinculados.
La jornada se planteó como una actividad informativa. Buscaban reflexionar sobre violencia laboral y género. No esperaban un clima de tensión ni un ataque directo.
Bottini insistió en la gravedad del episodio. “Fue una situación muy violenta y no pudimos terminar el conversatorio”, dijo. Confirmó que harán una presentación judicial.
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El miércoles se presentaría la denuncia ante el fiscal Forti. La causa se enmarcaría en el Código de Convivencia Ciudadana. Apuntarán a esclarecer lo ocurrido.
“Parece que como somos fiscales perdemos la calidad de mujer”, expresó Bottini. Se mostró dolida por la doble vara. Planteó una contradicción profunda en el accionar del grupo.
Reiteró que el espacio no contó con garantías mínimas. Pidió que se revisen las condiciones de las convocatorias institucionales. Afirmó que faltó prevención.
Consideró que el ataque fue intencionado. Apuntó a un mensaje político. Dijo que no era una discusión sino un intento de amedrentamiento. “Nos quisieron callar”, dijo.
Advirtió que estos hechos afectan la confianza social. Dijo que no se puede aceptar violencia en espacios de reflexión. Reclamó respeto y compromiso real con las causas de género.
El caso generó conmoción en Esquel. Diversos actores institucionales evitaron declaraciones. El municipio no emitió un comunicado oficial. Tampoco lo hizo la Dirección de Género.
La Comisaría de la Mujer no intervino en el momento del hecho. Aunque había representantes en el lugar, no se registraron actuaciones inmediatas. Eso aumentó la sensación de desprotección.
El edificio no contaba con presencia policial. Nadie estaba preparado para contener una situación así. “Estuvimos indefensas”, repitió Bottini.
La funcionaria reclamó una respuesta institucional contundente. Dijo que no puede naturalizarse la violencia hacia una mujer por su función. Aseguró que seguirán trabajando igual.
El Ministerio Público Fiscal aún no se pronunció. Se espera que acompañe la denuncia. También se aguarda una respuesta oficial de la organización del evento.
La jornada por Ni Una Menos terminó con un hecho paradójico. Dos mujeres fueron agredidas mientras hablaban contra la violencia. “Nos agredieron el día que se conmemora la lucha contra la violencia de género”, cerró Bottini.









