
Un repasador usado para asfixiar a una jubilada podría ser considerado arma en un juicio
Policiales30/06/2025


Un hombre será juzgado por asaltar a una jubilada de 85 años utilizando un repasador para asfixiarla, y la fiscalía solicitó que ese elemento doméstico sea considerado un arma impropia, lo que agrava la acusación en su contra. El fiscal Nicolás Gambini presentó la imputación por robo calificado por el uso de arma, en base a la manera en que fue utilizado el repasador durante el ataque.

El asalto ocurrió el 24 de marzo, cuando el acusado, según la causa, escaló una tapia para ingresar a la vivienda de la víctima. Ya dentro de la casa, habría sorprendido a la mujer, la sujetó por el cuello y, con fuerza, “le dio dos vueltas con un repasador en el cuello y la boca para impedirle respirar, mientras la amenazaba de muerte con la frase: ‘Dame la plata o te voy a matar’”, según consta en el requerimiento de elevación a juicio.
El ataque no terminó allí. Luego de dejarla sin aire, la arrastró hasta una habitación, la arrojó sobre una cama, la cubrió con una frazada y sustrajo una cadena de oro. La brutalidad del episodio dejó a la mujer con fractura de cuatro costillas y múltiples hematomas. El informe médico refuerza el contexto de violencia que vivió la víctima, una persona de edad avanzada, que no podía defenderse de manera alguna.
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Para el fiscal Gambini, el repasador no fue un simple objeto doméstico. El uso intencional para obstruir las vías respiratorias convierte al elemento en un arma, ya que “adquirió una alta potencialidad ofensiva”, explicó. Además, remarcó que el accionar del agresor generó un “peligro concreto para la vida de la mujer”, quien temió por su vida durante todo el episodio. La acusación sostiene que el arma no se define por su forma, sino por la intención de daño y el efecto producido.
La investigación también reveló que el imputado vivía en la casa contigua a la de la víctima. Esa cercanía habría facilitado el conocimiento de sus rutinas y la elección del momento exacto para irrumpir en su domicilio. Este dato no menor suma un agravante implícito, ya que demuestra premeditación y aprovechamiento de una situación de confianza vecinal.
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La policía logró detener al acusado pocas horas después del hecho, en la terminal de ómnibus de Noetinger. El hombre intentaba abandonar la localidad cuando fue interceptado. En su mochila llevaba una remera roja húmeda que coincidía con la descripción aportada por la víctima y la cadenita de oro sustraída, que fue posteriormente reconocida por la mujer.
Actualmente, el agresor permanece detenido a la espera del juicio, que se realizará en la jurisdicción de Bell Ville. Si el tribunal da lugar al planteo fiscal sobre la consideración del repasador como arma impropia, la causa podría tomar un giro relevante en términos jurídicos. De ser hallado culpable, el imputado podría recibir una condena de entre cinco y quince años de prisión.
Fuente: NA.









