

Santa Fe entregó otra postal insólita del ingenio argentino. Dos hombres circularon en moto cargando la carrocería de un auto viejo, en plena avenida y a plena siesta. El video, filmado por un automovilista que no podía creer lo que veía, explotó en redes sociales y desató una mezcla de asombro, risas e indignación.

La secuencia ocurrió en avenida Peñaloza, al norte de la ciudad, el último sábado. Sobre una moto de baja cilindrada, dos personas llevaban encima lo que parecía ser un Dodge 1500 sin ruedas ni chasis, solo la carrocería. Y encima, saludaban a cámara como si nada.
“Esto no tiene desperdicio. Vamos Santa Fe querido”, comentó el hombre que grabó el momento y lo compartió en Instagram. El clip, que dura menos de un minuto, muestra cómo los motociclistas avanzan entre risas, saludando con la mano, mientras sostienen como pueden la estructura metálica sobre sus espaldas.
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“Mirá cómo saluda el muñeco”, se escucha en el video, justo cuando uno de los protagonistas levanta el brazo para saludar al celular que lo registra. La resistencia de la moto fue otro de los temas que sorprendió a los usuarios: nadie entendía cómo seguía en pie con semejante carga encima.
Pero más allá de lo pintoresco, la escena también generó críticas por el peligro que representaba. Quien filmó el momento no se guardó su opinión: “Es digno de ver la tecnología del transporte que tiene, pero también da miedo. Nadie parece ocuparse de esto, ni patrulleros ni inspectores”, remarcó.
La moto seguía su camino como si se tratara de una mudanza normal, sin cascos, sin señalización, sin control. Solo ellos, su moto y un Dodge a cuestas. La escena fue tan absurda como real, y en pocas horas se replicó en TikTok, Twitter y Facebook con miles de comentarios, chistes y memes.
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“Solo en Argentina”, escribieron algunos. Otros fueron más allá: “Poné esto en un museo del transporte argentino alternativo”. Muchos celebraron el ingenio y la improvisación, pero también señalaron la total ausencia de controles en el tránsito.
No hubo informes oficiales ni sanciones. El video quedó como una muestra más de cómo, entre el delirio y la costumbre, el tránsito argentino puede dar sorpresas que no entran en ningún reglamento.









