
Los viajes al exterior ganan terreno mientras la clase media reduce escapadas locales
Turismo14/07/2025

El turismo interno repunta, pero no despega. Mientras algunos destinos como Bariloche logran mantener cifras alentadoras, la mayoría aún sufre el impacto de una actividad que se reacomoda con dificultad.

“El turismo nacional ha levantado bastante en los últimos dos meses, pero la estrella del primer semestre fueron sin dudas los viajes al exterior”, explicó Martín Romano, CEO de una de las principales agencias de viajes del país.
La clase media, históricamente motor del turismo interno, está cada vez más limitada. Romano advierte que muchos optan por alquilar departamentos en vez de hospedarse en hoteles, una señal clara del ajuste de bolsillos.
En ese sentido, Mar del Plata dejó de ser garantía de movimiento incluso en fines de semana largos. Lo que antes era un clásico estallido turístico, hoy apenas roza niveles aceptables de ocupación.
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“La clase media está muy apretada y viaja menos”, resumió el empresario, quien además describió un escenario dispar entre los destinos nacionales.
Bariloche, por ejemplo, logra una ocupación del 85% sin nieve, pero otros puntos muestran caídas importantes, sobre todo en la hotelería, uno de los sectores más golpeados.
Pese al freno en el mercado interno, los viajes al exterior sostienen su atractivo, especialmente cuando el tipo de cambio da señales de cierta estabilidad.
“Cada vez que el país muestra algo de previsibilidad, el argentino vuelve a animarse a viajar al extranjero”, señaló Romano.
No se trata de un fenómeno masivo, sino más bien de un grupo estable que mantiene sus hábitos de consumo turísticos fuera del país. “Es el minimundo de los que viajan siempre al exterior”, puntualizó.
A pesar de las dificultades, el turismo local encuentra ciertos estímulos. Las agencias empiezan a ofrecer paquetes accesibles, como viajes a Iguazú por menos de 400 mil pesos con aéreo, hotel y excursiones incluidas.
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Este tipo de promociones tienta a quienes buscan una escapada sin desbalancear el presupuesto, y termina siendo competencia para la tradicional oferta de la costa.
El repunte general, sin embargo, parece lejano. “Probablemente recién se vea más volumen en la costa cuando lleguen los fines de semana largos de octubre y noviembre, o directamente en el verano”, estimó Romano.
Mientras tanto, la actividad turística nacional sigue marcada por la desigualdad: un sector viaja cada vez más al exterior, y otro directamente dejó de hacerlo.
El dato ilustra una tendencia preocupante: el turismo ya no es una posibilidad generalizada, sino un privilegio de algunos.









