Comerciantes de Madryn advierten que la crisis actual es peor que durante la pandemia

“Estamos peor que en pandemia, pero sin enfermedad”, asegura Mariano Ragadale con tono seco y realista. El presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Producción y Turismo de Puerto Madryn compartió un diagnóstico desolador sobre el presente económico. En diálogo con El Quinto Poder por #LA17, describió una ciudad con persianas bajas, cajas vacías y comerciantes endeudados que apenas resisten.

Las ventas no se recuperan ni con promociones. Según Ragadale, los consumidores ya no tienen poder adquisitivo para sostener el circuito comercial. “No alcanza ni al empleado ni al empleador”, resume. La demanda cayó de forma estrepitosa en casi todos los rubros, y la recesión avanza sin encontrar freno.

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“Abrimos todos los días para pagar deudas. Ya no trabajamos para ganar, sino para sobrevivir”, sintetiza Ragadale. Los alquileres, los impuestos, las cargas sociales y los servicios aumentan de forma sostenida mientras la facturación cae. En este contexto, muchos comercios deciden cerrar o reducir su estructura.

La situación no se limita al comercio minorista. La industria, el turismo y la producción también muestran signos de agotamiento. Las inversiones se frenaron, y las reservas turísticas para el invierno son escasas. El conflicto pesquero, lejos de ser la causa, funciona como acelerador de una crisis ya instalada.

Desde la Cámara impulsaron reuniones con autoridades para buscar alivio fiscal, pero sin resultados concretos. Ragadale lamenta que “no vemos decisiones de fondo. Hay mucho discurso, pero ninguna acción concreta para revertir esta situación”. A su entender, sin producción ni consumo, el déficit cero no tiene sentido práctico.

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“Discutimos el cierre del Garrahan, del INTA, del INTI. Estamos debatiendo cosas que antes eran intocables”, sostiene el dirigente. La incertidumbre golpea incluso en temas que, hasta hace poco, parecían fuera de discusión. La falta de previsibilidad ahuyenta a inversores y desalienta a quienes aún apuestan por sus emprendimientos.

La importación indiscriminada también afecta al circuito local. Empresas multinacionales ya cerraron fábricas para traer sus productos desde el exterior, y las pymes no pueden competir. “Las pymes no podemos competir con contenedores de ropa china. No tenemos esa espalda”, expresa.

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Ragadale destaca el rol de las pequeñas empresas como sostén del empleo nacional. A su entender, “si no nos cuidan, esto no tiene salida”. La falta de medidas que protejan al sector productivo profundiza el desgaste y aumenta la distancia entre la política y la realidad cotidiana.

El mensaje final fue un llamado a la participación democrática. “La salida es con más democracia, no menos. Hay que votar, aunque sea por diputados. Es la única forma de seguir peleando”, concluyó.