

Eduardo “Balito” Sepúlveda finalizó en el puesto 160° la exigente contrarreloj individual del Tour de Francia, disputada este jueves entre Loudenvielle y Peyragudes. Fue una jornada corta pero durísima, con apenas 10,9 kilómetros de recorrido, todos en ascenso, en pleno corazón de los Pirineos. El ciclista argentino del Lotto Dstny completó el trayecto en un tiempo de 30 minutos y 12 segundos, muy por detrás del vencedor.


Tadej Pogacar volvió a demostrar por qué es el gran candidato a quedarse con esta edición del Tour, ganando con una marca impresionante de 23 minutos exactos. El líder del UAE Team Emirates dominó la jornada con claridad y se afianzó aún más en la clasificación general. Esta fue su cuarta victoria en esta edición y la segunda de manera consecutiva.
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La diferencia entre el rendimiento de Pogacar y el de Sepúlveda fue abismal, reflejando las distintas realidades de ambos corredores. El argentino quedó a 7 minutos y 12 segundos del esloveno, una brecha significativa en una etapa de tan corta distancia. El perfil de montaña afectó notoriamente al rawsense, que no logró sostener el ritmo de los favoritos.
Tras completar 2034,3 kilómetros de carrera, Sepúlveda acumula un tiempo total de 47 horas, 55 minutos y 17 segundos, ubicándose a 2 horas, 09 minutos y 26 segundos del líder. Su posición en la general sigue siendo muy modesta, pero su presencia en la competencia más importante del ciclismo mundial representa una valiosa experiencia. A pesar de los resultados, continúa firme en su objetivo de completar la carrera.
La actuación de Pogacar fue tan dominante que logró sacarle 36 segundos a Jonas Vingegaard y 1 minuto 20 a Primoz Roglic, ambos serios contendientes. Esa diferencia no solo lo mantiene como líder sino que refuerza su imagen de superioridad física en esta edición. Con esta victoria, el esloveno alcanzó su triunfo número 21 en etapas del Tour.
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El que no tuvo un buen día fue Remco Evenepoel, quien fue superado por Vingegaard y quedó muy cerca de perder su lugar en el podio. Florian Lipowitz, del Red Bull-Bora-Hansgrohe, amenaza con desplazarlo de ese privilegio. El desgaste de la montaña empieza a pasar factura a varios de los protagonistas.
El Tour de Francia continuará este sábado con otra jornada de montaña aún más exigente, que promete emociones fuertes y posibles cambios en la clasificación. La etapa tendrá final en alto en Superbagnères, tras superar los temidos puertos de Tourmalet, Aspin y Peyresourde. Será otro gran test para Pogacar, Vingegaard y compañía, y una oportunidad más para que Sepúlveda siga acumulando kilómetros de experiencia.

















