Alertan sobre influencers que promueven productos “milagrosos” sin respaldo científico

Una nueva forma de desinformación crece entre posteos virales y reels promocionales: la venta de bienestar instantáneo sin fundamentos científicos. En redes sociales, influencers con miles de seguidores ofrecen tés, jugos, cápsulas y polvos “naturales” con promesas de resultados milagrosos que van desde bajar de peso hasta “desintoxicar el cuerpo”.

Desde el Colegio de Nutricionistas de la Provincia de Buenos Aires advirtieron sobre los riesgos de consumir estos productos sin indicación profesional. La licenciada Fernanda Delgado, secretaria de la institución, explicó que “la salud no es un juego ni un negocio”, y que muchos de estos suplementos “pueden generar interacciones con medicamentos o provocar síntomas clínicos importantes”.

El fenómeno no es nuevo, pero se volvió más dañino por el alcance de las redes sociales. Un solo video puede llegar a millones de personas en poco tiempo, especialmente a jóvenes que buscan soluciones rápidas para moldear sus cuerpos a los estándares impuestos.

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La presión estética también está en el centro del problema, sobre todo en relación a los cuerpos de las mujeres. Se refuerza la idea de que hay un solo tipo de cuerpo aceptado socialmente y que todo lo demás debe modificarse, incluso a costa de la salud física o mental.

“Para sentirse bien no hace falta invertir en productos costosos ni seguir recetas mágicas que no existen”, remarcaron desde el Colegio de Nutricionistas. Muchas personas terminan endeudadas o frustradas por resultados que no llegan, mientras los promotores de esos productos se enriquecen sin ninguna responsabilidad sanitaria.

Delgado propuso avanzar hacia una regulación que limite los contenidos relacionados con salud y alimentación en plataformas digitales. “Las redes sociales no pueden seguir siendo territorio libre para la desinformación cuando lo que está en juego es la vida de las personas”, sostuvo.

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Como alternativa, el Colegio difundió una serie de recomendaciones que apuntan al bienestar real, accesible y sostenible. Entre ellas se destaca consumir alimentos naturales y variados, incorporar frutas, verduras, cereales integrales y legumbres, reducir ultraprocesados, realizar actividad física posible para cada cuerpo y evitar comparaciones irreales.

También llamaron a cuidar la salud mental y consultar siempre con nutricionistas matriculados, profesionales formados para acompañar cada caso de forma responsable. La comida no es castigo ni premio, y el bienestar no se compra por internet ni se mide en likes.

La exposición constante a cuerpos editados y promesas vacías impacta más de lo que parece, sobre todo cuando se presentan como soluciones sencillas y sin riesgo. Los profesionales de la nutrición insisten: la información confiable y el cuidado integral no pueden depender de una tendencia viral.

Fuente: NA.