Diputados: La oposición tiene lista la sesión, pero todo depende de los gobernadores

La oposición busca reabrir el Congreso durante el receso invernal con una sesión especial el miércoles 30 de julio, pero la decisión final está en manos de los gobernadores. Aunque el pedido formal ya fue redactado, no será presentado hasta que los mandatarios provinciales instruyan a sus legisladores para firmarlo y garantizar el número necesario para habilitar el debate.

El impulso de esta maniobra parlamentaria nace de una coincidencia entre bloques que hasta hace poco parecían distantes: Unión por la Patria, el Frente de Izquierda y agrupaciones como Encuentro Federal, Democracia para Siempre y la Coalición Cívica. Todos coinciden en que el calendario electoral absorberá la agenda política de agosto, por lo que esta semana representa una oportunidad única para avanzar en proyectos que inquietan a la Casa Rosada.

“La sesión es viable en la medida en que quieran jugar los gobernadores. Yo tengo la nota lista. Ellos me tienen que pasar el listado de diputados que firman”, confió a Noticias Argentinas un legislador de centro que participa de las conversaciones. Por ahora, hay conversaciones informales con al menos dos mandatarios, pero sin confirmaciones concretas.

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Los proyectos que están en juego fueron impulsados por los propios gobernadores y ya tienen media sanción del Senado. Se trata del esquema de reparto de Aportes del Tesoro Nacional y la distribución del impuesto al combustible, dos temas sensibles que generaron tensión con el Ejecutivo y que ahora podrían convertirse en herramientas para la oposición.

En la Cámara baja, el oficialismo de La Libertad Avanza enfrenta un escenario incómodo: no tiene el control de las comisiones ni los votos suficientes para imponer agenda. Desde hace semanas, Martín Menem intenta bloquear los avances con una táctica defensiva, congelando comisiones y demorando todo trámite posible.

La comisión de Presupuesto y Hacienda, a cargo de José Luis Espert, se volvió el epicentro de esa estrategia. Sin embargo, los opositores sortearon el bloqueo con votos en el recinto que lograron mayoría calificada para forzar emplazamientos. Esos antecedentes refuerzan la idea de que, con quórum, los bloques pueden avanzar sin necesidad del visto bueno oficialista.

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El problema es que, sin la firma de los diputados provinciales alineados a los gobernadores, la sesión no llega a reunir el número necesario para comenzar. Al principio, los mandatarios pedían que la oposición reuniera el quórum por sí sola, pero desde los bloques duros descartaron esa posibilidad: “No podemos cargar solos con la movida. Ellos tienen que hacerse cargo”, señalaron.

La tensión entre provincias y Nación sigue escalando, y el jefe de Gabinete, Guillermo Francos, intenta desactivar la ofensiva con ofertas de última hora. Si no lo logra, los gobernadores podrían liberar a sus diputados para ir “por las malas”, es decir, sin acuerdo con el Gobierno.

En paralelo, la oposición ya trabaja en otros movimientos si logran sesionar. Además de los temas fiscales, planean tratar la ley de emergencia para el Hospital Garrahan, el financiamiento universitario y la eventual anulación de los vetos firmados por Javier Milei sobre las leyes jubilatorias y de Discapacidad.

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“Si logramos sesionar, podemos ir por esos vetos. No es solo una cuestión simbólica, podemos sancionar leyes con apoyo amplio y dejar al Gobierno en minoría”, deslizó otro legislador. La posibilidad de que Milei vea caer esas normas lo obligaría a vetarlas de nuevo y profundizaría el conflicto institucional.

La apuesta también pone en evidencia el retroceso político del oficialismo. En los primeros meses del año, los bloques “dialoguistas” funcionaban como sostén de la gestión. Ahora, la mayoría se alejó, y el Ejecutivo quedó replegado, sin capacidad de bloquear iniciativas opositoras.

Aunque Menem no puede impedir los pedidos de sesión, sí puede trabar el circuito interno de las comisiones. Pero si el recinto se abre, los votos ya están, y podrían impulsar leyes que el oficialismo prometió vetar sin rodeos.

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Mientras tanto, el Presidente busca ganar tiempo hasta las elecciones de medio término con la esperanza de recuperar fuerza. Sin embargo, el Congreso se convirtió en un espacio hostil, donde la mayoría de las iniciativas surgen por fuera del control libertario.

Fuente: NA.