Trump autoriza desalojos forzados y encierros masivos para personas sin hogar en EE.UU.

Donald Trump avanza con mano dura contra la pobreza. Esta semana, firmó un decreto que permite a ciudades y estados desalojar por la fuerza a personas sin hogar y trasladarlas a centros de tratamiento, incluso sin consentimiento. La orden lleva un título que no deja lugar a dudas: “Poner fin al crimen y al desorden en las calles de Estados Unidos”.

El texto instruye a revertir límites legales a los desalojos, prohíbe centros de inyección supervisada y restringe el uso de fondos públicos en viviendas compartidas con personas condenadas por delitos sexuales. Además, exige a los gobiernos locales prohibir el merodeo, la ocupación callejera y el consumo público de drogas.

Desde la Casa Blanca, Trump lo justificó con una escena: “Justo afuera había algunas carpas, y las están quitando ahora mismo. No se puede permitir eso, especialmente en Washington”. Y agregó: “Los líderes vienen a verme para cerrar acuerdos de miles de millones y hay carpas afuera. No suena bien.”

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Pam Bondi, fiscal general, coordinará la ejecución de la medida junto a los secretarios de Vivienda, Salud y Transporte. El plan contempla además programas exclusivos para mujeres y niños, y priorización de fondos federales para quienes acaten la orden.

El decreto llega tras un fallo de la Corte Suprema que habilita multas y cárcel a quienes duerman en la vía pública. En votación 6-3, el máximo tribunal avaló una ordenanza de Oregón que criminaliza dormir en carpas en plazas y veredas.

Las reacciones no tardaron en llegar. “Este decreto es inmoral, ineficaz e ilegal”, dijo Jesse Rabinowitz, del Centro Nacional de Derecho sobre la Falta de Vivienda. Donald Whitehead, de la Coalición Nacional para las Personas sin Hogar, afirmó que “sólo agravará la situación”.

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Según datos oficiales, más de 771.800 personas estaban sin techo en enero de 2024. Es la cifra más alta desde que existen registros. Falta de viviendas accesibles, migración y catástrofes climáticas explican el aumento.

Durante la campaña, Trump había anticipado el tono: “Los campamentos de personas sin hogar tienen que desaparecer”. Ahora lo convirtió en decreto. Las carpas empiezan a levantarse, pero también los cuestionamientos.

Fuente: BAE