Máximo Kirchner desafió a Milei con agravios y un tono que expone tensiones internas

Máximo Kirchner eligió el camino de la confrontación directa y elevó la tensión política con declaraciones cargadas de insultos hacia el presidente Javier Milei. En un acto realizado en Hurlingham, el titular del PJ bonaerense usó un escenario partidario para responder a un canto entonado por el mandatario libertario durante un evento en Córdoba, pero lo hizo con un tono que distó del debate institucional y se acercó más a una provocación personal.

“Un presidente cobarde, un presidente al que realmente lo que le quiero decir es que si realmente quiere hacer ese que cantó, venga solo y sabe muy bien dónde encontrarme”, afirmó Kirchner, desatando una polémica que desplazó cualquier discusión de fondo. El diputado nacional de Unión por la Patria se refirió así al canto que Milei coreó con sus seguidores, que hacía referencia a Néstor Kirchner.

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Lejos de buscar un canal de diálogo o contraste político, el discurso de Máximo se centró en descalificaciones y frases desmedidas. En lugar de discutir políticas públicas o diferencias ideológicas, se inclinó por el agravio personal. “Cantaron que saquen al pingüino del cajón, el presidente de todos los argentinos y argentinas. Mío también porque vivo acá”, dijo, visiblemente molesto, pero sin aportar argumentos constructivos.

Además de la disputa verbal con Milei, Máximo cuestionó al futuro embajador de Estados Unidos, Peter Lamelas, y sostuvo que sus declaraciones reflejan un intento de interferencia externa. “La Argentina es un territorio en disputa”, alertó, apelando a una retórica nacionalista, aunque sin aportar pruebas concretas sobre una supuesta injerencia extranjera. En esa línea, acusó a los Estados Unidos de buscar influir sobre la Justicia argentina.

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En uno de los pasajes de su intervención, el diputado retomó consignas clásicas del kirchnerismo, aunque sin referencias a los procesos judiciales que afectan a su madre, la ex presidenta Cristina Kirchner. “La Argentina, con la presidenta del principal partido de oposición presa, con un Presidente que decía ‘teléfono señores jueces’, con un embajador que viene a asegurarse de que siga presa. Ese es el país que tenemos. Pero supimos tener otro”, exclamó ante los militantes.

Las declaraciones de Kirchner no pasaron inadvertidas, sobre todo por su intento de presentarse como víctima de persecución. En ese contexto, convocó a los ciudadanos a dejar la pasividad y tomar partido. “La postura de espectador no sirve. Tenemos que ser protagonistas de nuestro destino”, sostuvo, en un llamado que buscó movilizar a su base política.

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El acto también contó con la presencia del ex secretario de Comercio, Guillermo Moreno, quien comparte con Kirchner una mirada crítica del gobierno actual, pero sin coincidencias estratégicas en todos los frentes. El encuentro dejó en evidencia la intención del kirchnerismo duro de volver a instalar su narrativa en la campaña, a través del ataque directo y sin matices.

Kirchner cerró su intervención con una frase que generó repercusiones dentro y fuera del espacio oficialista. “Ese Presidente cobarde que desafía a quien no se puede defender, ese presidente cobarde que desafía y encarcela a la que le puede ganar la elección no es más que un león de plastilina, un león de papel que no ruge y solo sabe cacarear”, afirmó, en una expresión que pareció buscar el aplauso fácil, pero también reavivó tensiones institucionales.

Fuente: N A