

Un fuerte terremoto sacudió este miércoles la región de Severo-Kurilsk, en el extremo oriental de Rusia, lo que motivó la evacuación urgente de miles de personas y la declaración del estado de emergencia. El movimiento telúrico fue registrado por el Servicio Geológico de los Estados Unidos con una magnitud de 6,4 a las 14:47 GMT, a 143 kilómetros al este-sureste de la ciudad, con epicentro a 10 kilómetros de profundidad.


Sin embargo, autoridades locales informaron que previamente se había registrado un sismo aún más potente, de magnitud 7,9, en cercanías de la misma zona, generando pánico y alertas de tsunami. El gobernador de Sajalín, Valery Limarenko, encabezó una reunión de emergencia y ordenó de inmediato medidas de resguardo para la población.
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“Por orden del gobernador, se ha declarado el estado de emergencia en el distrito de Severo-Kurilsk, donde se produjeron hoy un terremoto y un tsunami”, anunció el gobierno regional en un comunicado oficial. La información fue replicada por la agencia de noticias Xinhua, que también confirmó la activación de planes de contingencia.
Los servicios de emergencia informaron que aproximadamente 2.700 personas, incluidos casi 600 niños, fueron evacuados a zonas seguras en las islas Kuriles. Las operaciones se realizaron en medio de condiciones climáticas adversas, pero sin reportes de víctimas fatales al cierre de esta edición.
La región de Sajalín es una zona sísmicamente activa que suele registrar movimientos de gran intensidad, especialmente por su proximidad al Cinturón de Fuego del Pacífico. El terremoto provocó alarma en las comunidades costeras, donde las sirenas de evacuación y las advertencias de tsunami movilizaron rápidamente a los habitantes.
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Las autoridades rusas monitorean la situación a través de servicios geológicos y meteorológicos, mientras se mantiene el alerta por posibles réplicas o nuevos movimientos. Por precaución, las escuelas y oficinas públicas fueron cerradas y se habilitaron centros de evacuación con servicios básicos y asistencia sanitaria.
En redes sociales, Limarenko informó que el gobierno regional se encuentra desplegado en el terreno para coordinar tareas junto a equipos de rescate, fuerzas de seguridad y personal de salud. También pidió a la población mantenerse alejada de las zonas costeras hasta nuevo aviso y seguir las instrucciones oficiales.
El epicentro fue ubicado a 49,99° de latitud norte y 157,83° de longitud este, una ubicación marítima que refuerza la amenaza de movimientos submarinos capaces de generar olas peligrosas. Por el momento, no se confirmaron daños estructurales de gravedad, aunque se evalúan posibles afectaciones en rutas, puertos y edificaciones.
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Este tipo de eventos vuelve a poner en foco la vulnerabilidad de las poblaciones insulares ante catástrofes naturales. Las Kuriles, un archipiélago disputado históricamente por Rusia y Japón, enfrentan periódicamente sismos de gran magnitud, lo que obliga a mantener siempre activos los planes de emergencia.
Mientras se espera que disminuya la actividad sísmica, las autoridades locales insisten en no retornar a las viviendas hasta tener el visto bueno de los especialistas. La prioridad, por ahora, es resguardar vidas y asegurar las condiciones básicas de los evacuados.







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