El invierno se derrite: alertan por temperaturas de hasta 35°C en el norte
Actualidad31/07/2025
Sergio Bustos
El Niño avanza.
El invierno argentino atraviesa una anomalía sin precedentes. El Servicio Meteorológico Nacional (SMN) anticipó una ola de calor en pleno arranque de agosto, con máximas que podrían alcanzar los 35°C en provincias del norte.
El fenómeno, que también afectará al centro del país con temperaturas templadas y clima variable, confirma que los patrones estacionales ya no responden a la lógica habitual. El clima cambió, y la nueva normalidad parece estar en marcha.
El viento norte empezará a soplar con fuerza desde este miércoles, especialmente en las provincias del NOA y NEA. Las corrientes cálidas elevarán los registros térmicos por encima de los 30°C, algo impensado para esta etapa del año.
En el norte, el calor podría alcanzar su pico durante el fin de semana. Salta, Formosa, Chaco, Santiago del Estero y Misiones serán algunas de las provincias más expuestas al calor repentino.
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En Buenos Aires, Córdoba y el Litoral, las marcas también subirán, aunque sin alcanzar niveles extremos. Se espera cielo parcialmente nublado y humedad en aumento. Entre jueves y sábado, no se descartan lluvias y tormentas aisladas, producto del contraste térmico.
La Patagonia vivirá otro tipo de invierno. La región cordillerana de Cuyo y el sur del país mantendrán su inestabilidad, con nubosidad densa, nevadas intermitentes y bajas temperaturas, aunque también se espera un leve ascenso térmico en sectores urbanos.
Según Meteored, la situación responde al impacto de El Niño y la oscilación ENSO en condiciones neutras. La interacción de ambos fenómenos genera un comportamiento errático del clima, con focos cálidos y húmedos incluso durante el invierno.
El Niño no solo modifica las lluvias: altera por completo los ciclos térmicos. El informe trimestral del SMN lo advierte: junio, julio y agosto de 2025 mostrarán registros superiores a lo normal en casi todo el país.
Las probabilidades de un invierno cálido superan el 40% en Buenos Aires y región centro. En la Patagonia, ese porcentaje trepa al 50%, con mínimas muy por encima del promedio histórico.
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En algunas provincias del norte, en cambio, los valores tradicionales invernales ya son una rareza. La falta de heladas, el calor en las siestas y la persistencia del viento norte cambian el comportamiento de cultivos, ecosistemas y servicios urbanos.
Especialistas insisten en que el calentamiento global amplifica estos eventos. Las condiciones que antes eran excepcionales hoy se repiten con más frecuencia. El calendario dice invierno, pero el termómetro desmiente el calendario.
En este contexto, el SMN llama a estar atentos a los informes meteorológicos y no subestimar el impacto del calor fuera de temporada. Golpes de calor, consumo energético, riesgos sanitarios y alteraciones ambientales pueden intensificarse aún en pleno invierno.
“El cambio no es futuro: ya está sucediendo”, advirtieron desde el organismo. Argentina entra en agosto con temperaturas de primavera y lluvias de verano, mientras la estación más fría se diluye antes de tiempo.
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