La Costa Atlántica cerró las vacaciones de invierno con frío, poca gente y playas vacías
Turismo02/08/2025
REDACCIÓN
Mar del Plata
El último fin de semana de vacaciones de invierno dejó en Mar del Plata una imagen inusual, marcada por el frío y la escasa presencia de turistas en la costa. A pesar de algunas propuestas culturales, la ciudad no logró atraer visitantes como en temporadas anteriores.
Las playas, habitualmente colmadas durante los recesos escolares, se mostraron casi vacías, con apenas algunas familias abrigadas recorriendo la arena o contemplando el mar. Las postales que circularon este sábado muestran a parejas tomando mate, niños con gorros jugando entre las piedras y una atmósfera general de tranquilidad.
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La ocupación hotelera fue baja, con apenas un 30 % de plazas cubiertas, según datos de la Cámara Hotelera y Gastronómica local. Así lo confirmó su presidente, Jesús Osorno, quien reconoció que la temporada invernal estuvo lejos de las expectativas del sector.
Comerciantes y operadores turísticos señalaron que el flujo de visitantes fue menor al de años anteriores, lo que afectó la actividad en restaurantes, locales de venta de souvenirs y prestadores de servicios. Aunque se ofrecieron actividades culturales y promociones, no alcanzaron para revertir la tendencia.
Las condiciones meteorológicas también influyeron en la baja concurrencia. El frío intenso, el viento costero y algunas lluvias esporádicas redujeron las salidas a espacios abiertos, sumando obstáculos a una situación económica que ya limitaba las posibilidades de vacacionar.
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“El turista que llegó a Mar del Plata lo hizo con un presupuesto acotado y priorizando actividades gratuitas o de bajo costo”, señalaron desde el sector gastronómico. Esto se reflejó en el bajo consumo general y en la poca demanda de excursiones o salidas nocturnas.
Sin embargo, quienes decidieron viajar valoraron la tranquilidad, la belleza natural de la costa atlántica y la posibilidad de recorrer sin multitudes. Varios visitantes compartieron en redes su experiencia de paseos con mate en mano y tardes soleadas entre nubes.
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La baja concurrencia dejó reflexiones entre los actores locales sobre la necesidad de revisar estrategias para futuras temporadas de invierno. Algunos propusieron generar paquetes accesibles, sumar más actividades al aire libre o trabajar con agencias del interior del país.
A pesar de todo, Mar del Plata mantuvo su esencia como ciudad de descanso, incluso en medio del frío. El mar, siempre presente, siguió siendo un refugio visual para quienes buscaron desconectar, aunque esta vez en silencio y sin la multitud habitual.
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