
A 80 años de Hiroshima, los hibakusha piden al mundo eliminar las armas nucleares
Actualidad06/08/2025
REDACCIÓN
Hiroshima volvió a convertirse en símbolo del horror y la esperanza al conmemorarse 80 años del ataque atómico que arrasó la ciudad. La ceremonia, cargada de emociones, reúne a representantes de más de 120 países y regiones, en medio de crecientes tensiones internacionales y llamados urgentes a eliminar las armas nucleares del planeta.


A las 8.15 del 6 de agosto de 1945, Estados Unidos arrojó la bomba apodada “Little Boy” sobre Hiroshima, causando más de 140.000 muertes. Tres días después, “Fat Man” cayó sobre Nagasaki y dejó otras 74.000 víctimas fatales. Son los únicos casos en que se utilizaron bombas nucleares en guerra.
“Es importante que muchas personas se reúnan en esta ciudad afectada por la bomba atómica, porque las guerras continúan”, afirmó Toshiyuki Mimaki, copresidente de Nihon Hidankyo. La organización, compuesta por sobrevivientes conocidos como hibakusha, recibió el Premio Nobel de la Paz en 2024 y continúa su lucha por la abolición total del armamento nuclear.
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La radiación térmica alcanzó los 7.000 grados en el epicentro de Hiroshima, provocando quemaduras instantáneas, incendios masivos y ceguera. En cuestión de segundos, la ciudad se convirtió en un infierno de fuego, humo y cuerpos calcinados. “Recuerdo los cuerpos calcinados de niños pequeños tendidos alrededor del hipocentro como rocas negras”, testimonió Koichi Wada, entonces de 18 años.
Muchos de los hibakusha ocultaron su condición por miedo a la discriminación, el rechazo social y los mitos sobre la transmisión de la enfermedad. “Creo que la tendencia mundial hacia un mundo sin armas nucleares continuará. La generación joven está trabajando duro para lograrlo”, sostuvo Kunihiko Sakuma, sobreviviente de Hiroshima, que tenía apenas nueve meses al momento del bombardeo.
El acto conmemorativo se destaca por la presencia inédita de Palestina y Taiwán, aunque grandes potencias nucleares como Rusia, China y Pakistán decidieron no asistir. Japón no seleccionó invitados, sino que notificó a todas las naciones. Irán, señalado por sus planes nucleares, confirmó su participación.
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El alcalde de Hiroshima, Kazumi Matsui, criticó recientemente a los líderes que “quieren reforzar su poder militar mediante la posesión de armas atómicas”. También le envió una invitación directa a Donald Trump, luego de que el expresidente estadounidense comparara recientes ataques sobre Irán con los bombardeos de 1945. “Me parece que no comprende plenamente la realidad de los bombardeos atómicos”, sostuvo.
La ciudad conserva como símbolo la Cúpula de la Bomba, una estructura semiderruida que se alza intacta entre edificios modernos. Con sus 1,2 millones de habitantes, Hiroshima es hoy una metrópolis vibrante, pero sigue marcada por el recuerdo y la advertencia.
En Nagasaki, la ceremonia del sábado también espera récord de asistentes y contará con una delegación rusa por primera vez desde la invasión a Ucrania. Los museos de la paz en ambas ciudades vieron crecer la afluencia de visitantes en el último año. Un tercio de ellos proviene del exterior, atraído por el mensaje universal de paz y el testimonio directo de quienes vivieron el horror.
Fuente: LA NACION.
















