Un científico del CONICET advirtió que Argentina vive con el huso horario equivocado

El investigador del CONICET y cronobiólogo Diego Golombek afirmó que la Argentina utiliza un huso horario que no se corresponde con su posición geográfica natural. Según el científico, el país debería estar en el huso -4, pero desde hace años rige el -3, lo que genera un desfasaje entre la luz solar y los horarios sociales.

Durante una entrevista en Radio Splendid, Golombek señaló que “a la Argentina le corresponde el huso horario -4” y que esta diferencia altera los ritmos biológicos. A su juicio, la hora oficial no acompasa el amanecer natural, provocando que las personas arranquen el día cuando aún es de noche.

“Cuanta más luz tengamos a la mañana, mejor será para el cuerpo”, explicó el especialista, que desde hace décadas estudia los efectos de la luz sobre los ciclos circadianos. Esa exposición temprana, dice, regula el descanso, el apetito y la actividad física de forma más saludable.

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Uno de los puntos que más resaltó fue el impacto del horario en la calidad del sueño y los hábitos alimentarios. “El cenar más temprano ayuda a que uno duerma mejor”, aseguró, al tiempo que remarcó que el ritmo social va en contra de la biología.

El investigador también desmintió la idea de que mover el reloj genera un ahorro energético significativo. “La alternancia de husos no afecta al ahorro energético”, subrayó, al cuestionar los argumentos que justificaban los cambios de horario entre verano e invierno.

Golombek citó estudios que detectaron consecuencias concretas cuando se produce un cambio brusco de hora, como el aumento de accidentes viales. “El cuerpo tarda en acostumbrarse y durante esa semana hay más accidentes de autos”, apuntó.

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El cronobiólogo argumenta que mantener una hora adelantada afecta la calidad de vida, sobre todo en las grandes ciudades donde la jornada comienza antes del amanecer. Esto afecta no solo el descanso, sino también el rendimiento escolar y laboral, especialmente en adolescentes.

A nivel mundial, varias investigaciones han demostrado que la exposición a la luz solar en las primeras horas del día mejora el estado de ánimo y la productividad. El huso horario incorrecto desplaza esa luz hacia horarios en los que ya no tiene el mismo efecto positivo.

Aunque el debate sobre el huso horario aparece esporádicamente en la agenda pública, Golombek insiste en que se trata de una cuestión de salud colectiva. Su planteo busca retomar una discusión olvidada: cómo adaptar el tiempo legal al tiempo natural.

Fuente: NA.