Francella
“Fue duro”. No lo dijo un personaje, lo dijo él. Guillermo Francella, con la voz quebrada y los ojos honestos, se animó a hablar de lo que más le duele. El hombre que hace reír a millones bajó la guardia en una entrevista con Infobae y abrió una puerta poco conocida de su vida: el momento en que sus hijos dejaron la casa.
Durante la promoción de Homo argentum, una película donde despliega todos sus matices, la ficción tocó una fibra sensible. La periodista Tatiana Schapiro le preguntó por el nido vacío, ese instante en que los hijos arman sus propios caminos y dejan atrás la rutina familiar. Francella no esquivó la pregunta: “Cuando se fueron y quedó el nido... fue un vacío.”
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Lejos de la frialdad, su relato tuvo emoción real. “Por más que haya llamados, encuentros, no es lo mismo. Ellos tienen que crecer, era lógico, pero dolió”, dijo el actor. No hay forma de maquillar esa sensación. El mismo que interpretó personajes entrañables confesó sin vueltas: “Fue durísimo”.
La charla tocó otro tema sensible: la posibilidad de que sus hijos vivan en otro país. El actor fue tajante. “No me gustaría. Tengo amigos que están mal porque los hijos se fueron. Los veo mal.” Cuando la periodista quiso saber si hablaba de sus amigos o de los hijos, Francella respondió con firmeza: “Mis amigos. Los hijos, no sé... pero ellos sí, la pasan mal.”
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Nico, su hijo mayor, ya trabajó afuera. Viajó, filmó, estuvo cuatro meses en España. Francella lo notó. “En cualquier momento se engancha con alguien o pasa algo, pensé”. Pero no fue así. Su hijo se lo aclaró con humor brutal: “Ni en pedo me quedo acá. Me muero. Nada que ver.”
Para el actor, la experiencia de rodar en el exterior tampoco lo convenció. Recordó el rodaje de Un argentino en Nueva York y marcó diferencias. “Al principio, todo te deslumbra: el catering, el orden. Pero después, nada que ver. Todo es milimétrico, burocrático. Nosotros no es que lo atamos con alambre: lo resolvemos.”
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Francella, entre ficciones que rozan lo real, mostró una versión más humana. Lejos de los reflectores, el actor habló como padre. Y en ese rol, no hay libreto que alivie el silencio de una casa que ya no suena igual.
Fuente: Paparazzi
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