Rescatan del mar el Faro de Alejandría y preparan su réplica digital tras 1600 años

Casi nada quedó al azar bajo el agua. Durante tres décadas, arqueólogos y buzos removieron los restos de una de las estructuras más asombrosas de la historia: el Faro de Alejandría, sepultado en el puerto oriental de Egipto desde el siglo XIV. Ahora, ese rompecabezas sumergido empieza a cobrar nueva forma.

Hallaron 22 bloques monumentales que integraban la entrada del faro. Dinteles, losas y columnas que pesan hasta 80 toneladas fueron extraídos con grúas de alta precisión. El objetivo no es exhibirlos en museos, sino reconstruir la maravilla en versión digital.

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“Es como devolverle al mundo un ícono perdido”, dijo Isabelle Hairy, arqueóloga del CNRS de Francia. Su equipo encabeza el proyecto PHAROS, junto al Ministerio de Turismo egipcio y la Fundación Dassault Systèmes. El plan es ambicioso: escanear los restos, reconstruir el faro en 3D y abrirlo al público como una experiencia inmersiva.

La estructura original fue ideada por Sóstrato de Cnido a comienzos del siglo III a.C. y alcanzaba los 100 metros de altura. Durante más de mil años, guió a barcos a salvo por las costas traicioneras de Alejandría. Todo cambió con un terremoto en 1303, que lo dejó en ruinas.

Aunque las piezas eran visibles desde 1968, el trabajo sistemático empezó recién en 1994, cuando el arqueólogo Jean-Yves Empereur identificó miles de objetos sumergidos. Más de 100 fragmentos ya fueron escaneados en el fondo del mar con técnicas de fotogrametría detallada.

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Los especialistas recolectan además grabados, descripciones antiguas y monedas que representan al faro. Con toda esta información, diseñan su réplica digital como si fuera un puzzle milenario, encajando cada pieza con precisión quirúrgica.

“Es arqueología del futuro”, aseguran los técnicos de Dassault. No se trata solo de mirar al pasado, sino de reconstruir la memoria de una civilización que supo iluminar el mundo, literalmente, desde el corazón del Mediterráneo.

Fuente El Cronista